No había luz, todo estaba oscuro y
las cortinas estaban cerradas -menos mal, pensó. Levantó su cabeza unos
centimetros y se fijo en la hora, no era muy temprano, ni muy tarde pero no se
preocupo de aquello ya que era domingo, era su unico día libre, por fin.
Llevaba varias semanas trabajando para la floreria de su madre, se sentia
feliz, aunque no era el trabajo soñado, le pagaban y lo mantenia ocupado
durante el día y eso era lo que importaba. Quizo volver a quedarse dormido,
bajo sus suaves sabanas pero no le resultó mucho, ya que ni un ojo pudo pegar
despues de varios minutos intentandolo. Se sentó en su cama y reviso su
celular, ya que ultimamente las chicas solían perseguirlo mucho y anotaban sus
numeros ahi. A veces quería borrarlos, ocupaban memoria pero luego se
arrepentía, quizás algún día, le serviría para llamarlas, cuando estuviera solo
y necesitara compañía. Se levantó ya cansado y fue a su baño. Frunció el ceño
al ver su cuello...otra vez tenía marcas y esta vez eran muchas, por los dos
costados tenía chupetones morados. ¡Diablos!
Al principio no le había tomado
atención a las marcas que le dejaban las chicas, luego le habían gustado, ahora
lo incomodaban seriamente. Su madre le preguntaba cosas y él no sabía como
responderle y mas de alguna vez habían tenido una pelea. Simone tenía miedo de
que Tom se convirtiera en esos chicos los cuales jugaban con las chicas
siempre, que no eran para nada serios y se les podía ver con mujeres distintas
todos los días, sospechaba tantas salidas, tantas marcas y _______ la chica que
lo había esperado afuera de la casa alguna vez y que había provocado el cierto
brillo especial que había visto en sus ojos, ya no venía. ¿Que estaba
sucediendo?
Le había preguntado varias veces,
pero el no respondía nada y a veces dejaba el tema de lado para hablar de la
florería u otro cosa.
Tom ladeó la cabeza tratando de
buscar la manera en que no se le notara nada.¿Debía aplicarse maquillaje?,
¿Usar una bufanda con el calor incipiente que aún había en la zona?
No ninguna de las dos, se quedaría
así y trataría de afrontar las preguntas que les hiciera su madre o alguna otra
prsona.
Un mensaje en su celular, lo hizo
detenerse en su carrera a vestirse. Abrió el mensaje de un número desconocido.
"Gran noche Tom, ojalá se
repita. Besos."
Sonrió unos pocos segundos, porque
luego se preguntó de quien sería el mensaje. La noche anterior había ido de
fiesta otra vez como había estado repitiendo por casi un mes. De fiesta en
fiesta ya era casi conocido en todas las discos de la ciudad y del estado
obviamente. Recordó que había llegado a la fiesta, había conversado con una
chica rubia, había bailado y no había pasado mas allá de unos besos calientes,
por lo que la rubia quedaba descartada. Luego había bailado con una chica alta
y de cabello castaño, había pasado lo mismo con ella y hasta un poco
más....Luego había conocido a una chica de pelo negro y piel extremadamente
blanca con una sonrisa encantadora -por lo menos eso recordaba -habían ido al
baño de damas y....
Si quizás fuera ella, pero no
recordaba su nombre, se encogió de hombros y borró el mensaje.
—¡Tom! -un gritó de su madre, llegó
hasta sus oídos- ¡El almuerzo esta listo!
—Ya va -murmuró y se dió cuenta de
que ya era bastante tarde.
Mientras se vestía se preguntó, si
sus amigos andaban con resaca, bueno a excepción de su castaño amigo no había
salido con ellos, y extrañamente no salía con ellos desde hace semanas. Lo
llamaban constantemente y él sólo decía que estaba ocupado o no podía. Estaba
extraño y ya no lo llamaba y lo visitaba. Bueno Tom tampoco podía visitarlo,
trabajaba todo el día en la florería y los fines de semanas era la única
oportunidad donde podía verlo, cosa que hasta ahora no había sucedido. 'Se
quedó satisfecho con saber que pronto le hablaría o lo llamaría, ¿le habría
sucedido algo?
Bajó a almorzar con naturalidad, sin
miedo a esconder aquellas marcas, se había puesto una polera simple que apenas
le tapaba la base del cuello. Al llegar a la cocina Simone lo había mirado con
asombro pero luego se había encogido de hombros y le había servido la comida,
sin hacerle alguna pregunta -cosa que agradeció mentalmente.
Se había puesto a conversar de temas
triviales, y de la florería. Siempre habían almorzado los dos solos, o bueno
eso sucedía desde la separación de sus padres. También la ayudaba a recoger los
platos, los lavaba y luego su madre los guardaba.
—¿Puedes ir al supermercado? -le
preguntó Simone.
—Si -se encogió de hombros- No tengo
nada que hacer.
Simone le dió una lista con algunas
cosas que necesitaba para hacer un postre o un dulce o algo así. Decidió ir
caminando, no quedaba tan lejos al final y al cabo.
Comenzó a buscar entre los pasillo
lo ultimo que salía en la lista pero era imposible encontrarlo que había
escrito allí.
—¿Por que habrían distintos tipos de
harina? -se preguntó para si mismo- Todas son blancas -bufó hasta que encontró
la que había escrito su madre. Dió un paso hacia atras al agarrarla y chocó con
un cuerpo corpulento. Se giró extrañado y vió a su mejor amigo con una mueca
extraña en su rostro.
—¡Georg! -exclamó sonriente- ¿De
compras igual?
—Tom -susurró- Si -hizo un intento
de sonrisa- Pero me tengo que ir, así que Adios -se giró rápidamente, pero Tom
lo detuvo a tiempo- ¿Que sucede?
—Dime a ti que te sucede -de pronto
su voz cambio, el tono serio que usaba no le estaba gustando para nada.
—A mi nada, eres tú el que ha estado
ignorandonos todo estos días -murmuró mirandolo directamente a los ojos.
—¿Seguro que los ignoro? -preguntó
el castaño con una sonrisa ¿irónica?- O ¿solo te ignoro a tí? -preguntó y Tom
quedó petrificado ¿Que le sucedía a su mejor amigo?
—Georg de verdad que te sucede -se
acercó un poco a él- Haz estado tan raro y.. -Georg lo interrumpio.
—No estoy raro -murmuró y otra
sonrisa apareció en su rostro- Sólo que mi novia no me deja juntarme con chicos
que juegan con el sexo femenino -Tom se quedó quieto y analizó lentamente las
palabras de su...amgio.
—¿Tu novia..? -preguntó extrañado
¿desde cuando el castaño tenía novia?- Y ¿a que te refieres a chicos que juegan
con el sexo femenino?
—Eres idiota -murmuró y Tom frunció
el ceño enfadado- Me refiero a ti, tonto, me refiero al chico que esta frente a
mi y se acuesta con tres chicas minimo por día.
—Tú no sabes nada -gruñó Tom.
—Si que lo sé -se encogió de hombros
Georg- Y por eso he decidido no llamarte, ni salir contigo hasta que dejes de
jugar con las chicas.
—¿Que deje de hacerlo ?-preguntó y
una sonrisa también irónica apareció en su rostro- ¿Por que dejaría de hacerlo,
si ellas también han jugado conmigo?
—Tom no puedes seguir con eso
-suspiró fuertemente- Esta bien lo de Viviana, pero debes superarlo ya pasó,
además ¿______ jugó contigo? -entonces la imagen de ella sonriendole lo atacó
en su mente.
—No te atrevas meter a ella en este
asunto -murmuró y apretó los puños- Y ya superé lo de Viviana
—Si claro -dijo el castaño- Si
sigues así Tom tu vida se irá a la mierda enserio -se dio media vuelta y
agregó- De verdad creí que te conocía Tom, de verdad eras alguien a quien solía
conocer.
Dijo esto y desapareció por el
pasillo contiguo. Tom trató de normalizar la respiración, ¿Su amigo...?
—¡Joder! -exclamó fuerte y pateó una
lata que había caído al piso.
Durante el camino de vuelta del
supermercado, se puso a pensar en las palabras de su amigo, o ex amigo ya ni
sabía- ¿De verdad él estaba enfadado con él porque se divertía con las chicas?
¿Que había de malo que le gustara
salir? ¿Que había de malo en acostarse con las chicas?
Era joven y tenía que comportarse
como tal, o bueno eso pensaba.
Llegó a su casa y le dejó las cosas
a su madre, subió a su habitación y se tiró
-literalmente- a su cama. La
conversación con Georg no salía de su cabeza aunque quisiera y de verdad
necesitaba relajarse. ¿Pero como podía sabiendo que su mejor estaba enojado con
él?
Habían compartido todo, desde
pequeños. Sus madres se habían conocido en la consulta del ginecologo, y se
habían hecho amigas, mientras ellos se movían dentro de sus vientres. Georg
había nacido primero y meses despues Tom. Sus madres se visitaban continuamente
y por lo tanto, ellos dos se veían siempre. Eran como hermanos inseparables,
compartían las pelotas de futbol, las cobijas, los juguetes, los crayones
¡Todo! Los años iban pasando y ellos seguían juntos, en la guardería, en la
primaria y secundaria hasta la preparatoria. Siempre se habían mantenido juntos
y cuando se peleaban, lo habían resuelto tres minutos despues. Pero ahora todo
había cambiado.
Y dudaba que aquella pelea se
arreglara tan pronto y estaba en lo correcto.
Y ese pronto no había llegado
durante el siguiente mes, ni en las siguientes semanas. Los primeros días había
querido hablarle a Georg, pero sabía que no le contestaría el celular, ¿Si no
lo había hecho antes, porqué lo haría ahora?
Se había resignado a vivir con el
enfado de su mejor amigo y sucedieron los siguientes días, había trabajado y
toda su mente se había reducido a dos cosas, trabajo y chicas. La florería por
la semana y las chicas en las fiestas del fin de semana, ¿estaba feliz?
Estaba pleno, se decía a si mismo.
Las cosas no habían cambiado mucho.
El recuerdo de Viviana y de lo que había sucedido era eso un recuerdo que ya ni
si quiera le influía en su vida. Incluso a veces agradecía haber sabido la
verdad ya que de no ser por eso, seguiría siendo un idiota enamoradizo y cursi.
En cambio ahora manejaba su vida a
su antojo, sin ninguna atadura, sin dar explicaciones, sin complicarse. Según
él la vida perfecta.
Pero volviendo al tema de Georg, Tom
había hablado con Dustin con Josh o con Kevin y estos le habían dicho que dejara
el tema, Georg también había hablado con ellos y había decidido desprenderse un
poco del tema de las fiestas ya que se estaba centrando sólo en su novia, que
no resultó ser ni más ni menos que la morena Nay.
Esa mañana de un sólido Viernes, se
acomodó el pantalón negro y sus zapatillas, se colocó su polera que llevaba el
logo de 'Florerías Simone Brannan' y bajó a desayunar. Su madre se había ido
hace mas o menos una hora, ya que debía encargarse de abrir y organizar todo en
las dos primeras tiendas, y él bueno se encargaba de la otra.
Tomó un jugo y una fruta y se subió
a su auto. Condujo hasta el norte de la ciudad y estacionó su auto unos metros
más alla de la tienda. Abrió la puerta del personal y sonrió al ver que los empleados
ya habían llegado.
—Buenos días señor Kaulitz-la saludó
una joven, bueno mayor que él, pero era en sí era joven. Tendría unos veinte y
tantos años.
—Buenos días Flor-le sonrió y camino
un poco.
Para el final del día cerró y fue
uno de los últimos, las tiendas de su madre tenían mucho exito y estaba muy
orgulloso de su madre. Condujo hasta su casa, mientras trataba de comunicarse
con Josh o Kevin.
—Hey-saludó en cuanto contestó Josh-¿estas
vivo?
—Vivo y saltando-rió su amigo-¿que
sucede?
—¿Como que sucede amigo?-estacionó
el auto frente a su casa y bajó de él con su celular en el oído-es viernes.
—Claro, claro-recapacitó su amigo-me
estaba extrañando de que no llamaras.
—Si-abrió la puerta de su casa y
prendió las luces extrañado al notar que su madre aún no llegaba-¿te paso a
buscar?
—Pero claro-escuchó del otro
lado-Kevin esta aquí y Dustin se fue de viaje, seremos los tres nada más.
—Esta bien-Tom revisó cada lugar de
su casa mientras hablaba, cerciorándose de que su madre no estaba en casa-los
paso a busca en una hora.
—Aquí te esperamos-oyó un grito del
que reconoció como Dustin y rió-Adios.
—Dile que se calle ese idiota-rió-y
Adios.
Caminó hasta el refrigerador y sacó
una nota que había pegada.
----Zayn no llego a casa hoy. Iré a
casa de mi amiga.
Tú sabes noche señoras.
Vuelvo mañana.
Te quiere, tu madre.-----
Se encogió de hombros, bien por lo
menos dormiría sólo...o quizás no.
La ducha de agua caliente, lo había
tranquilizado unos minutos hasta que oyó el molesto sonido de su celular ¿Quién
se atrevía a molestarlo en aquel momento?
Al notar como el celular no paraba
de sonar, tuvo que interrumpir su baño y salió envuelto con una toalla a la
cintura con todo el jabón escurriendole sobre el cuerpo. Tomó su celular y
reconoció el número de su primo, ¿que sucedería ahora?
—Taylor -suspiró- ¿Sucede algo?
—¿Estabas ocupado? -preguntó- Lo
siento si interrumpí -Tom lo cortó.
—No claro que no -suspiro- Me estaba
bañando pero dime, ¿para que soy bueno?
—Para cumplir favores -Tom formó una
media sonrisa ante su respuesta.
—¿Que quieres bro?
—Que cuides a mi hermana -murmuró.
Tom pensó un momento en la rubia de su prima, en lo hermosa que era y en lo que
le había hecho...
—¿No es un poco mayor para cuidarse
sola? -sin querer aquello sonó bastante mal- Digo no creo que quiera, que
alguién la este cuidando.
—Es que bueno, esta noche viene mi
chica a casa -Tom sonrió, todo se trataba de chicas- Tu sabes eres hombre y
bueno quiero estar con ella, pero aquí esta la chillona de mi hermana
molestando a cada momento, como se va a hacer tarde estaba pensando que fuera a
tu casa, ¿puede? -Hace mucho no veía a Kaley, después de lo sucedido, la había
dejado en casa de su hermano y sólo en dos ocaciones la había visto, pero no
había pasado nada, ya que sólo había ido a almorzar donde su primo y teniendo a
Taylor en frente Kaley no podía hacer nada...y es que tampoco quería que
hiciera algo...
—Bro, hay un problema -recordó que
iba saliendo- Voy a una fiesta, y mi madre no llegará a casa, creo que no
pretendes que Kaley se quede sola -esta vez Taylor interrupió.
—Pero ¿puede acompañarte a esa
fiesta? -Tom aguantó la respiración- Puede ir contigo y así no se queda sola,
ella adora las fiestas, por favor Tom ¿hazme ese favor?
Tom pensó un momentó más, era un
peligro tener a su rubia prima frente a él, pero también debía pensar en Taylor,
él quería estar con su chica y además le debía todos los favores que pudiese
hacerle. Bien se la llevaría, y en caso de algo extraño le diría a uno de sus
amigos que le coqueteara a Ka o la entretuviera mientras él se divertía.
—Esta bien -suspiró- La llevo.
—¡Gracias! -exclamó su primo- Le
diré que se arregle.
—Si dile -hizo una pausa- La paso
recogiendo como en una hora.
Se despidió de su primo y colgó
suspirando, Kaley Kaley Kaley....
Terminó su ducha y tuvo que apurarse
bastante, ya que debía recoger a sus amigos y ahora a su prima. Arregló su
cabello con estilo, se vistió, tomó las llaves de su casa, del auto y se aseguró
que todo estuviera resguardado. Salió de casa con rumbo hacia la casa de Taylor.
—Oye, esta no es la dirección a la
fiesta -murmuró su copiloto Kevin viendo como Tom tomaba otra dirección.
—Lo sé -murmuró- Voy a buscar a mi
prima.
—¿Tu prima? -preguntó Josh desde
atrás- No sabía que venía.
—Ha sido de último momento -se
encogió de hombros. Luego de unos cuantos minutos, estacionó el auto frente a
la casa de Taylor- Kevin correte hacia atrás, para que se siente ahí
—Ya voy, capitán -murmuró sonriendo-
Espero sea guapa.
Tom sonrió negando con la cabeza. Tocó
la claxón de su auto y un minuto después salía de la casa, una
Kaley...preciosa. Llevaba un vestido negro ceñido a su hermoso cuerpo, se había
hecho un cambio de look al parecer, ya que llevaba su pelo corto por los
hombros y en las puntas llevaba unas mechas azules que combinaban a la
perfección con sus tacones también azules.
Capitulo # 50
Caminó con sensualidad hasta el
auto, y lo saludó con la mano, antes de entrar al asiento del copiloto.
—Hola Tom -dijo al cerrar la puerta
e inundar con su olor a vainilla el auto.
—Hola Ka -besó su mejilla y sintió
un escalofrío recorrer su cuerpo, pero lo ignoró. Kaley miró hacia atrás y vió
que había compañía.
—Hola -los saludó con una sonrisa-
Soy Kaley Kaulitz.
—Woow -rió Josh- Hola preciosa, Josh
robinson a tus servicio s-la rubia rió un poco y Tom rodó los ojos, sus amigos
tan casanovas como siempre.}
—Y yo soy Kevin -le sonrió- Y
concuerdo con mi amigo, dejame decirte que eres preciosa.
—Gracias -les sonrió coqueta y Tom
frunció el ceño, ¿Por que les coqueteaba?
—Bien ahora sí, vamos -interrumpió
el momento Tom con la voz cargada de sentimiento incierto para él- Que es hora
de divertirse.
Todo el camino, escuchó la
conversación animada de su prima con sus amigos, les contaba porque estaba ahí
y de sus aventuras en Londres, ni atención le prestaba a él, y bueno ¿Por que
le importaba aquello?
Tendría que estar feliz que su prima
no se le insinuara otra vez y estuviera animada con sus amigos, así el
disfrutaría de la fiesta.
Llevaban un buen rato dentro de la
disco donde sus amigos no se despegaban de su prima -que también había atraido
varias miradas dentro- y él bueno, disfrutaba de la vista de las demás chicas o
bueno eso intentaba para despejarse y no pensar que a su lado tenía a Kaley.
Josh se llevó a su prima a bailar y el pudo respirar tranquilo. Kevin
desapareció por ahí y el tomó el resto de cerveza ¿o era ron? o quizás tequila,
ya ni sabía lo que estaba bebiendo, pero se lo tomó igual.
Divisó a una chica bailando
animadamente cerca de él y sonrió, fue en busca de ella. Se apegó a su cuerpo y
bailó junto a ella un buen rato.
Luego de bailar con la chica,
tocarla y casi comersela al medio de la pista fue a descansar sobre unos
asientos que habían a un lado de la disco. Otra chica se le acercó y se sentó
sobre las piernas de él, se acercó a su oído y susurró.
—¿Te acuerdas de mí? -Tom que apenas
oyó, se estremeció.
—No -murmuró sobre su oido-
¿Debería?
—Creo que una vez, despertaste en mi
casa -murmuró un poco más alto. Tom recordó en pocos segundos la vez en que
había dspertado en casa de aquella extraña mucha de cabellos negros, la miró
bien y sí...era ella.
—Creo...creo que no te recuerdo -la
abrazó por la cintura y la apretó contra su entrepierna- ¿Podrías ayudarme a
hacerlo?
Su politica ahora era no acostarse
dos veces con la misma chica, pero ahora haría una excepción, ¿No la vería
nunca más cierto? ¡Que importaba!
La besó con fiereza y salvajimos,
introduciendo inmediatamente su lengua en la cavidad bucal de la chica que
tenía sentada sobre él. Bajó su mano, hacia el trasero de la chica y comenzó a
acariciarlo mientras la chica gemía sobre sus labios. Y hubiera seguido así e
incluso hubiera llegado a mas, si no fuera porque de pronto sintió que la chica
era tirada de un jalón.
—Pero que.... -murmuró y vió a la
chica parada a un lado de Kaley.
—Lo siento querida-habló su rubia
prima- Pero creo que por ahí -apuntó cualquier parte- Hay un chico desesperado
por sexo, ve ve -la empujó levemente y la chica al ver que Tom no hacía nada
sólo se quedaba embobado mirando a la rubia, desapareció por ahí maldiciendo.
—No me creo lo que haz hecho -rió
Tom- ¿Por que la has ahuyentado?, estaba buena -se paró del asiento.
—Por que no es necesario que te
acuestes con una desconocida, teniendome a mí -le sonrió y se acercó
rapidamente- ¿Que dices? -se pegó a su cuerpo y Tom se estremeció.
—Kaley, por favor -trató de
separarse de ella, pero esta no lo dejó- Ka, baila disfruta, hay muchos chicos
que quisieran follarte -la miró directamente a sus ojos.
—Pero, yo sólo quiero que lo hagas
tu -ella se acerco aún más y rozó sus labios con los de él- Cumpleme la fantasía
Tom -la rubia agarro las manos de Tom y las colocó sobre sus caderas- Y no me
digas que no quieres, porque ahí abajo si hay algo que lo quiere -se movió
contra su pelviz y Tom gimió.
—Maldición Kaley -murmuró Tom
incapaz de separarse- No podemos.
—Podemos, si queremos -con su lengua
lamió los labios de Tom y eso bastó para que perdiera la cordura.
—Dios -susurró y cerró los ojos un
momento- Es una locura -los volvió abrir y vió a Kaley sonriendole muy de
cerca. Buscó a sus amigos con la mirada y no los encontro por lo que supuso que
estarían entretenidos en algún lado-ven.
La tomó del brazo y la dirigió a la
salida, se subieron al auto y Tom condujo hasta su casa.
El camino de la puerta de la casa,
hasta la puerta de la habitación del castaño había sido un delirio. Entre unos
besos calientes, y unas caricias quemantes, se había desecho de la mayoría de
su ropa y del vestido de su prima, todo había quedado tirado, en el transcurso
de la escalera y el pasillo.
Recostó a su Kaley sobre su cama, y
le abrió las piernas para acomodarse entre ellas
—Me gusta que estes mojada por mí
-susurró Tom, mientras la acariciaba- ¿Me deseas? -lé preguntó.
—Si mucho -susurró mientras gemía-
Tom...
—Silencio -la calló- Sólo
disfrutemos.
Se levantó un poco y quitó el
sujetador de su prima, admirando una vez más, sus senos.
Unos minutos de placer bastó para
que ambos estuvieran en el máximo placer alcanzado.
Eramos salvajes, sin frenos para el
amor y en la misma fantasía, se fundía y se reia de los dos.
—Tom -gimió la rubia- Te quiero ya.
—¿Que quieres? -la hizo esperar
—Quiero que me folles, rápido y muy
duro -susurró entre sus brazos y Tom se estremeció. ¡Su prima lo ponía a mil!
Pero en aquel instante olvidó que
era su prima, porque despues de ponerse el preservativo, la penetró de una vez
y ambos gimieron al sentir el placer proporcionado.
—Si Tom -gimió la rubia otra vez-
Más rápido, vamos.
Tom se movio acatando las ordenes de
su prima, el sudor de su frente, hacía notar que llevaban varios minutos ahí en
la cama y que no pensaban parar.
—Si -gimió él con la voz ronca-
Estoy a punto -murmuró. Unos segundos despues, alcanzaron el máximo del
extasis.
Tom aguantó la respiración. Juntó su
frente con la de Kaley y se quedó ahí sonriendo. Luego unos segundos despues,
salió de su prima y botó el preservativo en el baño. Volvió a la cama y vió a
Kaley acostada sobre ella, de manera sumamente sensual. Su pelo desordenado, su
frente sudorosa y sus mejillas sonrosadas. Se acostó a un lado de ella y la
rubia no tardó en subirse a horcajadas sobre él.
—¿Por que eres tan guapo? -susurró
Kaley mientras besaba su cuello.
—Supongo que mi mama me hizo con
amor -rió y la tomó por las caderas apretandola contra su pelvis.
—¿Otra vez Tom? -murmuró la rubia al
sentirlo duro otra vez.
—Creo que no hay limites para mi -le
sonrió de forma seductora.
Miró a su prima rubia, dormir al
otro lado de la cama, y suspiró ¡Joder se la había follado! y hasta le había
encantado.
Pero aquello no debió haber
ocurrido, le decía una voz en su mente mientras que otra le decía que no estaba
arrepentido.
Capitulo # 50 (Fin del maratom)
Observó el cielo que estaba recién
amanecido y fue para ella la mejor vista de su vida. Ver el sol recién saliendo
en todo su esplendor era casi tan maravilloso como ver el atardecer. Suspiró
mirando esta vez las olas un momento más, hasta que sintió la presión de una
frazada sobre su espalda, giró un poco la cabeza y pudo ver la cabellera
castaña de Louis, le sonrió en forma de agradecimiento, y este inesperadamente
la abrazó por el costado. ______ se sintió nerviosa e incomoda a la vez,
ultimamente en temas de hombres era una gran inutil, no sabía como reaccionar,
temblaba ante todo, y a veces huía de situaciones peligrosas. Ni luces había de
la _______ segura que no le importaba los hombres, ni sus palabras cariñosas,
ni nada eso. Ella antes tomaba a los hombres, solía usarlos y luego los
olvidaba, pero ahora su imagen y su personalidad eran totalmente distintas. Se
maldecía cada vez que sentía sus mejillas sonrojadas, o cuando las manos le
sudaban por el nerviosismo o cuando sólo quería agachar la cabeza para
liberarse de alguna situación. Y el causante de todo esto, era Louis el chico
que en ese momento la estaba abrazando y poniendole los pelos de punta.
Desde que lo había conocido semanas
atrás, se había podido dar cuenta de que Louis era un buen chico, sensible
cariñoso y gracioso, no tenía ningún defecto o eso quería creer por lo menos,
por que todos los hombres debían tener uno, y el castaño no sería la excepción.
Louis había estado demasiado cariñoso-para su gusto-con ella, brindandole
demasiada atención. Encontraba lindo y tierno sus gestos amorosos, pero no
sabía si confiar en él, o mantener aquella desconfianza que ultimamente tenía
con todos los del sexo masculino.
Si das mucho, puedes caerte, si das
poco, no puede pasarte nada y era ahí la pregunta que se formulaba ¿Dar o no
dar?
Ella conocía los gestos del hombre,
eran tan predecibles como basicos, podía percibir y notar la cierta atracción
que sentía Louis hacia ella, y eso la ponía sumamente nerviosa. La habían
pasado de maravilla estas ultimas semanas, saliendo juntos y conociendose, era
un chico genial con el que cualquier chica con un cerebro querría salir, pero
¿ella tendría ese 'cerebro'?...ella no estaba preparada para ese algo mas o al
menos eso pensaba.
—¿Por que tiemblas? -le preguntó
Louis, a su lado
—No lo sé -murmuró y le sonrió-
Supongo que es el frío o algo así -apartó la mirada intranquila, rogando para
que Louis no le preguntara nada mas sobre aquellos temblores pateticos que le
daban cada vez que se le acercaba. Y pareció entenderle el mensaje subliminal,
porque no dijo nada más hasta que sorpresivamente la abrazó con mas efusión.
—Ahora no tendrás frío -pasó sus
manos alrededor de su cintura y la estechó contra su cuerpo- ¿Mejor?
—S..si -tartamudeó ante la cercanía
con su cuerpo. ¿Quería matarla de un ataque de los nervios? Al parecer sí.
Se quedó unos segundos más ahí,
abrazada al cuerpo de Louis, al chico que ultimamente le regalaba hermosas
sonrisas, y luego de unos minutos despues logró tranquilizarse y disfrutar del
paisaje playero de un día sábado. Todos estaban en tiendas de campaña desde la
noche anterior, en una playa muy alejada de Long Beach, donde no había ninguna
persona y como no era epoca de vacaciones casi nunca era visitada. Los mallizos
habían tenido la idea, y ella despues de tener una semana muy agitada por los
examenes, había aceptado gustosa con tal de liberar la tensión que tenía. Nay
también se había apuntado y con ella también Georg. Por eso el día anterior
despues de clases en el instituto habían partido rumbo a sus casas a recoger
sus bolsos y todos habían ido a la playa para armar las tiendas, bañarse un
poco, hacer fogata y comer malvaviscos. ______ la había pasado de maravilla con
sus amigos, había dormido a penas tres horas y ahora se encontraba ahí en los
brazos de Louis viendo como amanecía. Le hubiera gustado quedarse ahí en la
playa todo el día, pero lastimosamente debían irse esa misma tarde después de
la hora del almuerzo. Los mallizos tenían cosas que hacer, Louis también y
bueno ella no podía quedarse sola con Nay y Georg ¿cierto?
—¿Por que siento que te doy miedo?
-escuchó la pregunta, y levantó la cabeza del pecho de Louis para mirarlo
directamente a los ojos- Ya me parece extaño que no te alejes de mi.
—¿Por que piensas eso? -susurró- Y
respecto a lo otro -suspiró- No quiero alejarme de ti -se apoyó en su pecho una
vez más- Me das calor -rió.
—Me alegra serte útil -rió también-
Pero siento que siempre estas esquivandome.
—No es eso -lo abrazó con mas
fuerza- Es sólo que la cercanía de un chico ultimamente me ha puesto nerviosa y
nunca estuve acostumbrada a ello, solía ser muy segura respecto a los hombres,
pero cuando pierdes eso, todo te parece nuevo y estas como un pollito todo
tembloroso, no sé si me entiendes.
—Creo que logro captarlo -sonrió
aunque ella no pudiera verlo- Y no te preocupes, no soy un lobo malvado come
pollitos -bromeó.
—Tonto -le pegó en el pecho- Eres
genial -dijo despues de un momento.
—Y tu hermosa -y ahí estaba de nuevo
ruborizandose ante sus palabras.
Los demás comenzaron a a despertarse
una horas despues, se bañaron en las olas durante un buen rato disfrutando de
los ultimos momentos en la playa, comieron algo despues y luego empezaron a
guardar todo.
—¿Por que se tienen que ir ya? -le
preguntó a niall- Se supone que se irían mas tarde.
—Bueno decidimos irnos antes, para
alcanzar a llegar a la ciudad -se encogió de hombros el mellizo- ¿Louis te vas
con nosotros? -preguntó.
—Si -Louis se acercó con su mochila-
Estoy listo, debo irme igual -le sonrió a _______, y ella tan sólo se encogió
de hombros.
—No se preocupen supongo -abrazó a
Nay por el costado mientras los Mellizos guardaban las cosas en su auto- Me voy
con Georg y esta morena.
—Si no se preocupen, nosotros nos
encargamos de esta loca -bromeó Nay.
—Me voy mucho más tranquilo -ironizó
Zayn- Cuidate pequeña, te veo cuando tenga que verte.
—Que gran filosofo -rió ella.
Después de una serie de despedidas
como si el mundo fuese a acabarse. Los mellizos en conjunto a Louis, se
perdieron en la carretera, dejandola a ella con la parejita que últimamente no
se despegaba ningún segundo.
—¡Dejense respirar! -exclamó ella.
—No seas aguafiestas -le gritó Georg-
Pesada.
—Pesado tu idiota -rió y comenzó a
guardar su mochila y las demás cosas en el maletero del auto de Georg.
Vago por ultima vez por la orilla de
la playa arrastrando una ramilla y sin querer recordó una de las mejores noches
que tuvo en la playa con...él
Flash Back
La besó como le gustaba, como estaba
acostumbrado, lento muy lento, guardando en su memoria, la suavidad y el sabor
de sus labios. Guardando en su memoria, aquellos labios, aquella boca que
deseaba besar todo el día.
Introdujo su lengua, en la boca de
ella y el beso se transformó en uno rápido y salvaje. Era una batalla de
sabores y caricias, de necesidad y ansiedad, de felicidad y....
—Cariño -ella se separó un poco y
habló- ¡Diablos te prendes rápido eh! -Tom la miró raro y noto, como la
erección-que hasta ahora no había notado-le empezaba a molestar en el pantalón.
—Tu lo provocas -se acercó
nuevamente y comenzó a besar sus cuello- Sólo tú, no sé que tienes, pero me
vuelves loco.
—Eres mía -susurró también él,
mientras entraba una vez más en ella- Sólo mía -unió sus manos y las llevó a su
cabeza- Abre esos ojos hermosos -ella le hiso caso- Observame, mientras te hago
el amor-ella lo miró fijamente y gimió ante la rapidez incipiente de él.
Suspiró y levantó la cabeza para
observar las olas una vez más. Los recuerdos con aquel moreno se hacían cada
vez menos frecuentes y eso lo agradecía mucho, pero el caso era que no
desaparecían, y es más aparecían cada vez que menos se lo esperaba y de verdad
odiaba recordarlos...mas cuando trataba de rehacer su vida.
Fin del Flash Back
—Mía -susurró ironica a la nada-
Amor ¡Ha! -tiró la rama lejos- Que sabes tú de amor... Tom Kaulitz.
Se acomodó en el auto de Georg por
la parte trasera, Nay obviamente iba de copiloto y Georg conducía, por lo que
tenía el asiento de atrás para ella sola y lo agradecía enormemente. Acomodó la
cabeza en el asiento y suspiró otra vez.
—¿Piensas prender el auto? -le
preguntó al novio de su amiga.
—Si -gruñó el castaño- Ya va jefa
-rió y metió la llave del auto. Segundos despues cesó su risa al notar como el
auto no encendía- ¿Que pasa autito? -intentó una vez más encenderlo, y sólo
logro que del motor comenzara a salir humo- Ay no -rapidamente salió del auto y
abrió el capo.
_______ miró a Nay con cierta
inseguridad y la morena le devolvió la misma cara.-—¿Que sucedió cariño? -preguntó
Nay una vez que Georg se asomó a la ventana, con las manos sucias.
—Algo le ha pasado al motor -murmuró
enfadado- No sé mucho sobre estas cosas, pero lo que si puedo darme cuenta que
en mi auto no vamos a llegar a casa.
HI!! Aqui va mi resumen de los tres caps :D
1.-
tom anda de fiesta en fiesta y anda de putañero, le dejan moretones y ni
siquiera se acuerda quien coño le dejos los chupetones y marcas en el cuello,
trabaja con su madre y al menos no esta de flojo en su casa ¬¬, Georg lo
rechaza y le retira su amistad solo hasta que se digne a cambiar, BIEN HECHO Georg
*-*
2.-
la chingada prima se le insinua a Tom y el no hace nada mas que mirarla
enbobado, tiene sexo con la prima en su casa, ES PARA MATARLO!!!
3.-
Nada Tonta, a la rayis le gusta Louis *-*, el es tan tierno con ella que dan
ganas de comérselo a besitos :D, me matoooooo!!! LOOUUIISSSS!!!, la rayis
recuerda cosas con Tom, pobrecita :(. Se quedaron votados, el auto de Georg no
prende, ¿Ahora que harán? Descubranlo mañana xD.
hay dios como que no prende?? no me hagas esto :( hay ese tom es todo un puto xD
ResponderEliminarAy Virgi te juro que me emociono cuando veo que publicas..
ResponderEliminarAmo la fic.. Idiota Tom me llega no soporto a la put de su prima.. Aunque quien no a tenido alguna que otra cosita con los primos..
Ya quiero que Tom vea como esta (tn) que no esta sola.. Tengo mucha curiosidad por saber como se irán..
Subeeee amo tus fics :D