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miércoles, 6 de noviembre de 2013

" Capitulos de Maratom"

Capitulo # 49

No había luz, todo estaba oscuro y las cortinas estaban cerradas -menos mal, pensó. Levantó su cabeza unos centimetros y se fijo en la hora, no era muy temprano, ni muy tarde pero no se preocupo de aquello ya que era domingo, era su unico día libre, por fin. Llevaba varias semanas trabajando para la floreria de su madre, se sentia feliz, aunque no era el trabajo soñado, le pagaban y lo mantenia ocupado durante el día y eso era lo que importaba. Quizo volver a quedarse dormido, bajo sus suaves sabanas pero no le resultó mucho, ya que ni un ojo pudo pegar despues de varios minutos intentandolo. Se sentó en su cama y reviso su celular, ya que ultimamente las chicas solían perseguirlo mucho y anotaban sus numeros ahi. A veces quería borrarlos, ocupaban memoria pero luego se arrepentía, quizás algún día, le serviría para llamarlas, cuando estuviera solo y necesitara compañía. Se levantó ya cansado y fue a su baño. Frunció el ceño al ver su cuello...otra vez tenía marcas y esta vez eran muchas, por los dos costados tenía chupetones morados. ¡Diablos!
Al principio no le había tomado atención a las marcas que le dejaban las chicas, luego le habían gustado, ahora lo incomodaban seriamente. Su madre le preguntaba cosas y él no sabía como responderle y mas de alguna vez habían tenido una pelea. Simone tenía miedo de que Tom se convirtiera en esos chicos los cuales jugaban con las chicas siempre, que no eran para nada serios y se les podía ver con mujeres distintas todos los días, sospechaba tantas salidas, tantas marcas y _______ la chica que lo había esperado afuera de la casa alguna vez y que había provocado el cierto brillo especial que había visto en sus ojos, ya no venía. ¿Que estaba sucediendo?
Le había preguntado varias veces, pero el no respondía nada y a veces dejaba el tema de lado para hablar de la florería u otro cosa.
Tom ladeó la cabeza tratando de buscar la manera en que no se le notara nada.¿Debía aplicarse maquillaje?, ¿Usar una bufanda con el calor incipiente que aún había en la zona?
No ninguna de las dos, se quedaría así y trataría de afrontar las preguntas que les hiciera su madre o alguna otra prsona.
Un mensaje en su celular, lo hizo detenerse en su carrera a vestirse. Abrió el mensaje de un número desconocido.

"Gran noche Tom, ojalá se repita. Besos."

Sonrió unos pocos segundos, porque luego se preguntó de quien sería el mensaje. La noche anterior había ido de fiesta otra vez como había estado repitiendo por casi un mes. De fiesta en fiesta ya era casi conocido en todas las discos de la ciudad y del estado obviamente. Recordó que había llegado a la fiesta, había conversado con una chica rubia, había bailado y no había pasado mas allá de unos besos calientes, por lo que la rubia quedaba descartada. Luego había bailado con una chica alta y de cabello castaño, había pasado lo mismo con ella y hasta un poco más....Luego había conocido a una chica de pelo negro y piel extremadamente blanca con una sonrisa encantadora -por lo menos eso recordaba -habían ido al baño de damas y....
Si quizás fuera ella, pero no recordaba su nombre, se encogió de hombros y borró el mensaje.

—¡Tom! -un gritó de su madre, llegó hasta sus oídos- ¡El almuerzo esta listo!

—Ya va -murmuró y se dió cuenta de que ya era bastante tarde.

Mientras se vestía se preguntó, si sus amigos andaban con resaca, bueno a excepción de su castaño amigo no había salido con ellos, y extrañamente no salía con ellos desde hace semanas. Lo llamaban constantemente y él sólo decía que estaba ocupado o no podía. Estaba extraño y ya no lo llamaba y lo visitaba. Bueno Tom tampoco podía visitarlo, trabajaba todo el día en la florería y los fines de semanas era la única oportunidad donde podía verlo, cosa que hasta ahora no había sucedido. 'Se quedó satisfecho con saber que pronto le hablaría o lo llamaría, ¿le habría sucedido algo?
Bajó a almorzar con naturalidad, sin miedo a esconder aquellas marcas, se había puesto una polera simple que apenas le tapaba la base del cuello. Al llegar a la cocina Simone lo había mirado con asombro pero luego se había encogido de hombros y le había servido la comida, sin hacerle alguna pregunta -cosa que agradeció mentalmente.
Se había puesto a conversar de temas triviales, y de la florería. Siempre habían almorzado los dos solos, o bueno eso sucedía desde la separación de sus padres. También la ayudaba a recoger los platos, los lavaba y luego su madre los guardaba.

—¿Puedes ir al supermercado? -le preguntó Simone.

—Si -se encogió de hombros- No tengo nada que hacer.

Simone le dió una lista con algunas cosas que necesitaba para hacer un postre o un dulce o algo así. Decidió ir caminando, no quedaba tan lejos al final y al cabo.
Comenzó a buscar entre los pasillo lo ultimo que salía en la lista pero era imposible encontrarlo que había escrito allí.

—¿Por que habrían distintos tipos de harina? -se preguntó para si mismo- Todas son blancas -bufó hasta que encontró la que había escrito su madre. Dió un paso hacia atras al agarrarla y chocó con un cuerpo corpulento. Se giró extrañado y vió a su mejor amigo con una mueca extraña en su rostro.

—¡Georg! -exclamó sonriente- ¿De compras igual?

—Tom -susurró- Si -hizo un intento de sonrisa- Pero me tengo que ir, así que Adios -se giró rápidamente, pero Tom lo detuvo a tiempo- ¿Que sucede?

—Dime a ti que te sucede -de pronto su voz cambio, el tono serio que usaba no le estaba gustando para nada.

—A mi nada, eres tú el que ha estado ignorandonos todo estos días -murmuró mirandolo directamente a los ojos.

—¿Seguro que los ignoro? -preguntó el castaño con una sonrisa ¿irónica?- O ¿solo te ignoro a tí? -preguntó y Tom quedó petrificado ¿Que le sucedía a su mejor amigo?

—Georg de verdad que te sucede -se acercó un poco a él- Haz estado tan raro y.. -Georg lo interrumpio.

—No estoy raro -murmuró y otra sonrisa apareció en su rostro- Sólo que mi novia no me deja juntarme con chicos que juegan con el sexo femenino -Tom se quedó quieto y analizó lentamente las palabras de su...amgio.

—¿Tu novia..? -preguntó extrañado ¿desde cuando el castaño tenía novia?- Y ¿a que te refieres a chicos que juegan con el sexo femenino?

—Eres idiota -murmuró y Tom frunció el ceño enfadado- Me refiero a ti, tonto, me refiero al chico que esta frente a mi y se acuesta con tres chicas minimo por día.

—Tú no sabes nada -gruñó Tom.

—Si que lo sé -se encogió de hombros Georg- Y por eso he decidido no llamarte, ni salir contigo hasta que dejes de jugar con las chicas.

—¿Que deje de hacerlo ?-preguntó y una sonrisa también irónica apareció en su rostro- ¿Por que dejaría de hacerlo, si ellas también han jugado conmigo?

—Tom no puedes seguir con eso -suspiró fuertemente- Esta bien lo de Viviana, pero debes superarlo ya pasó, además ¿______ jugó contigo? -entonces la imagen de ella sonriendole lo atacó en su mente.

—No te atrevas meter a ella en este asunto -murmuró y apretó los puños- Y ya superé lo de Viviana

—Si claro -dijo el castaño- Si sigues así Tom tu vida se irá a la mierda enserio -se dio media vuelta y agregó- De verdad creí que te conocía Tom, de verdad eras alguien a quien solía conocer.

Dijo esto y desapareció por el pasillo contiguo. Tom trató de normalizar la respiración, ¿Su amigo...?

—¡Joder! -exclamó fuerte y pateó una lata que había caído al piso.


Durante el camino de vuelta del supermercado, se puso a pensar en las palabras de su amigo, o ex amigo ya ni sabía- ¿De verdad él estaba enfadado con él porque se divertía con las chicas?
¿Que había de malo que le gustara salir? ¿Que había de malo en acostarse con las chicas?
Era joven y tenía que comportarse como tal, o bueno eso pensaba.
Llegó a su casa y le dejó las cosas a su madre, subió a su habitación y se tiró
-literalmente- a su cama. La conversación con Georg no salía de su cabeza aunque quisiera y de verdad necesitaba relajarse. ¿Pero como podía sabiendo que su mejor estaba enojado con él?
Habían compartido todo, desde pequeños. Sus madres se habían conocido en la consulta del ginecologo, y se habían hecho amigas, mientras ellos se movían dentro de sus vientres. Georg había nacido primero y meses despues Tom. Sus madres se visitaban continuamente y por lo tanto, ellos dos se veían siempre. Eran como hermanos inseparables, compartían las pelotas de futbol, las cobijas, los juguetes, los crayones ¡Todo! Los años iban pasando y ellos seguían juntos, en la guardería, en la primaria y secundaria hasta la preparatoria. Siempre se habían mantenido juntos y cuando se peleaban, lo habían resuelto tres minutos despues. Pero ahora todo había cambiado.
Y dudaba que aquella pelea se arreglara tan pronto y estaba en lo correcto.

Y ese pronto no había llegado durante el siguiente mes, ni en las siguientes semanas. Los primeros días había querido hablarle a Georg, pero sabía que no le contestaría el celular, ¿Si no lo había hecho antes, porqué lo haría ahora?
Se había resignado a vivir con el enfado de su mejor amigo y sucedieron los siguientes días, había trabajado y toda su mente se había reducido a dos cosas, trabajo y chicas. La florería por la semana y las chicas en las fiestas del fin de semana, ¿estaba feliz?
Estaba pleno, se decía a si mismo.
Las cosas no habían cambiado mucho. El recuerdo de Viviana y de lo que había sucedido era eso un recuerdo que ya ni si quiera le influía en su vida. Incluso a veces agradecía haber sabido la verdad ya que de no ser por eso, seguiría siendo un idiota enamoradizo y cursi.
En cambio ahora manejaba su vida a su antojo, sin ninguna atadura, sin dar explicaciones, sin complicarse. Según él la vida perfecta.
Pero volviendo al tema de Georg, Tom había hablado con Dustin con Josh o con Kevin y estos le habían dicho que dejara el tema, Georg también había hablado con ellos y había decidido desprenderse un poco del tema de las fiestas ya que se estaba centrando sólo en su novia, que no resultó ser ni más ni menos que la morena Nay.
Esa mañana de un sólido Viernes, se acomodó el pantalón negro y sus zapatillas, se colocó su polera que llevaba el logo de 'Florerías Simone Brannan' y bajó a desayunar. Su madre se había ido hace mas o menos una hora, ya que debía encargarse de abrir y organizar todo en las dos primeras tiendas, y él bueno se encargaba de la otra.
Tomó un jugo y una fruta y se subió a su auto. Condujo hasta el norte de la ciudad y estacionó su auto unos metros más alla de la tienda. Abrió la puerta del personal y sonrió al ver que los empleados ya habían llegado.

—Buenos días señor Kaulitz-la saludó una joven, bueno mayor que él, pero era en sí era joven. Tendría unos veinte y tantos años.

—Buenos días Flor-le sonrió y camino un poco.

Para el final del día cerró y fue uno de los últimos, las tiendas de su madre tenían mucho exito y estaba muy orgulloso de su madre. Condujo hasta su casa, mientras trataba de comunicarse con Josh o Kevin.

—Hey-saludó en cuanto contestó Josh-¿estas vivo?

—Vivo y saltando-rió su amigo-¿que sucede?

—¿Como que sucede amigo?-estacionó el auto frente a su casa y bajó de él con su celular en el oído-es viernes.

—Claro, claro-recapacitó su amigo-me estaba extrañando de que no llamaras.

—Si-abrió la puerta de su casa y prendió las luces extrañado al notar que su madre aún no llegaba-¿te paso a buscar?

—Pero claro-escuchó del otro lado-Kevin esta aquí y Dustin se fue de viaje, seremos los tres nada más.

—Esta bien-Tom revisó cada lugar de su casa mientras hablaba, cerciorándose de que su madre no estaba en casa-los paso a busca en una hora.

—Aquí te esperamos-oyó un grito del que reconoció como Dustin y rió-Adios.

—Dile que se calle ese idiota-rió-y Adios.

Caminó hasta el refrigerador y sacó una nota que había pegada.

----Zayn no llego a casa hoy. Iré a casa de mi amiga.
Tú sabes noche señoras.
Vuelvo mañana.
Te quiere, tu madre.-----

Se encogió de hombros, bien por lo menos dormiría sólo...o quizás no.

La ducha de agua caliente, lo había tranquilizado unos minutos hasta que oyó el molesto sonido de su celular ¿Quién se atrevía a molestarlo en aquel momento?
Al notar como el celular no paraba de sonar, tuvo que interrumpir su baño y salió envuelto con una toalla a la cintura con todo el jabón escurriendole sobre el cuerpo. Tomó su celular y reconoció el número de su primo, ¿que sucedería ahora?

—Taylor -suspiró- ¿Sucede algo?

—¿Estabas ocupado? -preguntó- Lo siento si interrumpí -Tom lo cortó.

—No claro que no -suspiro- Me estaba bañando pero dime, ¿para que soy bueno?

—Para cumplir favores -Tom formó una media sonrisa ante su respuesta.

—¿Que quieres bro?

—Que cuides a mi hermana -murmuró. Tom pensó un momento en la rubia de su prima, en lo hermosa que era y en lo que le había hecho...

—¿No es un poco mayor para cuidarse sola? -sin querer aquello sonó bastante mal- Digo no creo que quiera, que alguién la este cuidando.

—Es que bueno, esta noche viene mi chica a casa -Tom sonrió, todo se trataba de chicas- Tu sabes eres hombre y bueno quiero estar con ella, pero aquí esta la chillona de mi hermana molestando a cada momento, como se va a hacer tarde estaba pensando que fuera a tu casa, ¿puede? -Hace mucho no veía a Kaley, después de lo sucedido, la había dejado en casa de su hermano y sólo en dos ocaciones la había visto, pero no había pasado nada, ya que sólo había ido a almorzar donde su primo y teniendo a Taylor en frente Kaley no podía hacer nada...y es que tampoco quería que hiciera algo...

—Bro, hay un problema -recordó que iba saliendo- Voy a una fiesta, y mi madre no llegará a casa, creo que no pretendes que Kaley se quede sola -esta vez Taylor interrupió.

—Pero ¿puede acompañarte a esa fiesta? -Tom aguantó la respiración- Puede ir contigo y así no se queda sola, ella adora las fiestas, por favor Tom ¿hazme ese favor?

Tom pensó un momentó más, era un peligro tener a su rubia prima frente a él, pero también debía pensar en Taylor, él quería estar con su chica y además le debía todos los favores que pudiese hacerle. Bien se la llevaría, y en caso de algo extraño le diría a uno de sus amigos que le coqueteara a Ka o la entretuviera mientras él se divertía.

—Esta bien -suspiró- La llevo.

—¡Gracias! -exclamó su primo- Le diré que se arregle.

—Si dile -hizo una pausa- La paso recogiendo como en una hora.

Se despidió de su primo y colgó suspirando, Kaley Kaley Kaley....
Terminó su ducha y tuvo que apurarse bastante, ya que debía recoger a sus amigos y ahora a su prima. Arregló su cabello con estilo, se vistió, tomó las llaves de su casa, del auto y se aseguró que todo estuviera resguardado. Salió de casa con rumbo hacia la casa de Taylor.

—Oye, esta no es la dirección a la fiesta -murmuró su copiloto Kevin viendo como Tom tomaba otra dirección.

—Lo sé -murmuró- Voy a buscar a mi prima.

—¿Tu prima? -preguntó Josh desde atrás- No sabía que venía.

—Ha sido de último momento -se encogió de hombros. Luego de unos cuantos minutos, estacionó el auto frente a la casa de Taylor- Kevin correte hacia atrás, para que se siente ahí

—Ya voy, capitán -murmuró sonriendo- Espero sea guapa.


Tom sonrió negando con la cabeza. Tocó la claxón de su auto y un minuto después salía de la casa, una Kaley...preciosa. Llevaba un vestido negro ceñido a su hermoso cuerpo, se había hecho un cambio de look al parecer, ya que llevaba su pelo corto por los hombros y en las puntas llevaba unas mechas azules que combinaban a la perfección con sus tacones también azules.

Capitulo # 50

Caminó con sensualidad hasta el auto, y lo saludó con la mano, antes de entrar al asiento del copiloto.

—Hola Tom -dijo al cerrar la puerta e inundar con su olor a vainilla el auto.

—Hola Ka -besó su mejilla y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero lo ignoró. Kaley miró hacia atrás y vió que había compañía.

—Hola -los saludó con una sonrisa- Soy Kaley Kaulitz.

—Woow -rió Josh- Hola preciosa, Josh robinson a tus servicio s-la rubia rió un poco y Tom rodó los ojos, sus amigos tan casanovas como siempre.}

—Y yo soy Kevin -le sonrió- Y concuerdo con mi amigo, dejame decirte que eres preciosa.

—Gracias -les sonrió coqueta y Tom frunció el ceño, ¿Por que les coqueteaba?

—Bien ahora sí, vamos -interrumpió el momento Tom con la voz cargada de sentimiento incierto para él- Que es hora de divertirse.

Todo el camino, escuchó la conversación animada de su prima con sus amigos, les contaba porque estaba ahí y de sus aventuras en Londres, ni atención le prestaba a él, y bueno ¿Por que le importaba aquello?
Tendría que estar feliz que su prima no se le insinuara otra vez y estuviera animada con sus amigos, así el disfrutaría de la fiesta.
Llevaban un buen rato dentro de la disco donde sus amigos no se despegaban de su prima -que también había atraido varias miradas dentro- y él bueno, disfrutaba de la vista de las demás chicas o bueno eso intentaba para despejarse y no pensar que a su lado tenía a Kaley. Josh se llevó a su prima a bailar y el pudo respirar tranquilo. Kevin desapareció por ahí y el tomó el resto de cerveza ¿o era ron? o quizás tequila, ya ni sabía lo que estaba bebiendo, pero se lo tomó igual.
Divisó a una chica bailando animadamente cerca de él y sonrió, fue en busca de ella. Se apegó a su cuerpo y bailó junto a ella un buen rato.
Luego de bailar con la chica, tocarla y casi comersela al medio de la pista fue a descansar sobre unos asientos que habían a un lado de la disco. Otra chica se le acercó y se sentó sobre las piernas de él, se acercó a su oído y susurró.

—¿Te acuerdas de mí? -Tom que apenas oyó, se estremeció.

—No -murmuró sobre su oido- ¿Debería?

—Creo que una vez, despertaste en mi casa -murmuró un poco más alto. Tom recordó en pocos segundos la vez en que había dspertado en casa de aquella extraña mucha de cabellos negros, la miró bien y sí...era ella.

—Creo...creo que no te recuerdo -la abrazó por la cintura y la apretó contra su entrepierna- ¿Podrías ayudarme a hacerlo?

Su politica ahora era no acostarse dos veces con la misma chica, pero ahora haría una excepción, ¿No la vería nunca más cierto? ¡Que importaba!
La besó con fiereza y salvajimos, introduciendo inmediatamente su lengua en la cavidad bucal de la chica que tenía sentada sobre él. Bajó su mano, hacia el trasero de la chica y comenzó a acariciarlo mientras la chica gemía sobre sus labios. Y hubiera seguido así e incluso hubiera llegado a mas, si no fuera porque de pronto sintió que la chica era tirada de un jalón.

—Pero que.... -murmuró y vió a la chica parada a un lado de Kaley.

—Lo siento querida-habló su rubia prima- Pero creo que por ahí -apuntó cualquier parte- Hay un chico desesperado por sexo, ve ve -la empujó levemente y la chica al ver que Tom no hacía nada sólo se quedaba embobado mirando a la rubia, desapareció por ahí maldiciendo.

—No me creo lo que haz hecho -rió Tom- ¿Por que la has ahuyentado?, estaba buena -se paró del asiento.

—Por que no es necesario que te acuestes con una desconocida, teniendome a mí -le sonrió y se acercó rapidamente- ¿Que dices? -se pegó a su cuerpo y Tom se estremeció.

—Kaley, por favor -trató de separarse de ella, pero esta no lo dejó- Ka, baila disfruta, hay muchos chicos que quisieran follarte -la miró directamente a sus ojos.

—Pero, yo sólo quiero que lo hagas tu -ella se acerco aún más y rozó sus labios con los de él- Cumpleme la fantasía Tom -la rubia agarro las manos de Tom y las colocó sobre sus caderas- Y no me digas que no quieres, porque ahí abajo si hay algo que lo quiere -se movió contra su pelviz y Tom gimió.

—Maldición Kaley -murmuró Tom incapaz de separarse- No podemos.

—Podemos, si queremos -con su lengua lamió los labios de Tom y eso bastó para que perdiera la cordura.

—Dios -susurró y cerró los ojos un momento- Es una locura -los volvió abrir y vió a Kaley sonriendole muy de cerca. Buscó a sus amigos con la mirada y no los encontro por lo que supuso que estarían entretenidos en algún lado-ven.

La tomó del brazo y la dirigió a la salida, se subieron al auto y Tom condujo hasta su casa.
El camino de la puerta de la casa, hasta la puerta de la habitación del castaño había sido un delirio. Entre unos besos calientes, y unas caricias quemantes, se había desecho de la mayoría de su ropa y del vestido de su prima, todo había quedado tirado, en el transcurso de la escalera y el pasillo.
Recostó a su Kaley sobre su cama, y le abrió las piernas para acomodarse entre ellas

—Me gusta que estes mojada por mí -susurró Tom, mientras la acariciaba- ¿Me deseas? -lé preguntó.

—Si mucho -susurró mientras gemía- Tom...

—Silencio -la calló- Sólo disfrutemos.

Se levantó un poco y quitó el sujetador de su prima, admirando una vez más, sus senos.
Unos minutos de placer bastó para que ambos estuvieran en el máximo placer alcanzado.
Eramos salvajes, sin frenos para el amor y en la misma fantasía, se fundía y se reia de los dos.

—Tom -gimió la rubia- Te quiero ya.

—¿Que quieres? -la hizo esperar

—Quiero que me folles, rápido y muy duro -susurró entre sus brazos y Tom se estremeció. ¡Su prima lo ponía a mil!

Pero en aquel instante olvidó que era su prima, porque despues de ponerse el preservativo, la penetró de una vez y ambos gimieron al sentir el placer proporcionado.

—Si Tom -gimió la rubia otra vez- Más rápido, vamos.

Tom se movio acatando las ordenes de su prima, el sudor de su frente, hacía notar que llevaban varios minutos ahí en la cama y que no pensaban parar.

—Si -gimió él con la voz ronca- Estoy a punto -murmuró. Unos segundos despues, alcanzaron el máximo del extasis.

Tom aguantó la respiración. Juntó su frente con la de Kaley y se quedó ahí sonriendo. Luego unos segundos despues, salió de su prima y botó el preservativo en el baño. Volvió a la cama y vió a Kaley acostada sobre ella, de manera sumamente sensual. Su pelo desordenado, su frente sudorosa y sus mejillas sonrosadas. Se acostó a un lado de ella y la rubia no tardó en subirse a horcajadas sobre él.

—¿Por que eres tan guapo? -susurró Kaley mientras besaba su cuello.

—Supongo que mi mama me hizo con amor -rió y la tomó por las caderas apretandola contra su pelvis.

—¿Otra vez Tom? -murmuró la rubia al sentirlo duro otra vez.

—Creo que no hay limites para mi -le sonrió de forma seductora.

Miró a su prima rubia, dormir al otro lado de la cama, y suspiró ¡Joder se la había follado! y hasta le había encantado.
Pero aquello no debió haber ocurrido, le decía una voz en su mente mientras que otra le decía que no estaba arrepentido.

Capitulo # 50 (Fin del maratom)

Observó el cielo que estaba recién amanecido y fue para ella la mejor vista de su vida. Ver el sol recién saliendo en todo su esplendor era casi tan maravilloso como ver el atardecer. Suspiró mirando esta vez las olas un momento más, hasta que sintió la presión de una frazada sobre su espalda, giró un poco la cabeza y pudo ver la cabellera castaña de Louis, le sonrió en forma de agradecimiento, y este inesperadamente la abrazó por el costado. ______ se sintió nerviosa e incomoda a la vez, ultimamente en temas de hombres era una gran inutil, no sabía como reaccionar, temblaba ante todo, y a veces huía de situaciones peligrosas. Ni luces había de la _______ segura que no le importaba los hombres, ni sus palabras cariñosas, ni nada eso. Ella antes tomaba a los hombres, solía usarlos y luego los olvidaba, pero ahora su imagen y su personalidad eran totalmente distintas. Se maldecía cada vez que sentía sus mejillas sonrojadas, o cuando las manos le sudaban por el nerviosismo o cuando sólo quería agachar la cabeza para liberarse de alguna situación. Y el causante de todo esto, era Louis el chico que en ese momento la estaba abrazando y poniendole los pelos de punta.
Desde que lo había conocido semanas atrás, se había podido dar cuenta de que Louis era un buen chico, sensible cariñoso y gracioso, no tenía ningún defecto o eso quería creer por lo menos, por que todos los hombres debían tener uno, y el castaño no sería la excepción. Louis había estado demasiado cariñoso-para su gusto-con ella, brindandole demasiada atención. Encontraba lindo y tierno sus gestos amorosos, pero no sabía si confiar en él, o mantener aquella desconfianza que ultimamente tenía con todos los del sexo masculino.
Si das mucho, puedes caerte, si das poco, no puede pasarte nada y era ahí la pregunta que se formulaba ¿Dar o no dar?
Ella conocía los gestos del hombre, eran tan predecibles como basicos, podía percibir y notar la cierta atracción que sentía Louis hacia ella, y eso la ponía sumamente nerviosa. La habían pasado de maravilla estas ultimas semanas, saliendo juntos y conociendose, era un chico genial con el que cualquier chica con un cerebro querría salir, pero ¿ella tendría ese 'cerebro'?...ella no estaba preparada para ese algo mas o al menos eso pensaba.

—¿Por que tiemblas? -le preguntó Louis, a su lado

—No lo sé -murmuró y le sonrió- Supongo que es el frío o algo así -apartó la mirada intranquila, rogando para que Louis no le preguntara nada mas sobre aquellos temblores pateticos que le daban cada vez que se le acercaba. Y pareció entenderle el mensaje subliminal, porque no dijo nada más hasta que sorpresivamente la abrazó con mas efusión.

—Ahora no tendrás frío -pasó sus manos alrededor de su cintura y la estechó contra su cuerpo- ¿Mejor?

—S..si -tartamudeó ante la cercanía con su cuerpo. ¿Quería matarla de un ataque de los nervios? Al parecer sí.

Se quedó unos segundos más ahí, abrazada al cuerpo de Louis, al chico que ultimamente le regalaba hermosas sonrisas, y luego de unos minutos despues logró tranquilizarse y disfrutar del paisaje playero de un día sábado. Todos estaban en tiendas de campaña desde la noche anterior, en una playa muy alejada de Long Beach, donde no había ninguna persona y como no era epoca de vacaciones casi nunca era visitada. Los mallizos habían tenido la idea, y ella despues de tener una semana muy agitada por los examenes, había aceptado gustosa con tal de liberar la tensión que tenía. Nay también se había apuntado y con ella también Georg. Por eso el día anterior despues de clases en el instituto habían partido rumbo a sus casas a recoger sus bolsos y todos habían ido a la playa para armar las tiendas, bañarse un poco, hacer fogata y comer malvaviscos. ______ la había pasado de maravilla con sus amigos, había dormido a penas tres horas y ahora se encontraba ahí en los brazos de Louis viendo como amanecía. Le hubiera gustado quedarse ahí en la playa todo el día, pero lastimosamente debían irse esa misma tarde después de la hora del almuerzo. Los mallizos tenían cosas que hacer, Louis también y bueno ella no podía quedarse sola con Nay y Georg ¿cierto?

—¿Por que siento que te doy miedo? -escuchó la pregunta, y levantó la cabeza del pecho de Louis para mirarlo directamente a los ojos- Ya me parece extaño que no te alejes de mi.

—¿Por que piensas eso? -susurró- Y respecto a lo otro -suspiró- No quiero alejarme de ti -se apoyó en su pecho una vez más- Me das calor -rió.

—Me alegra serte útil -rió también- Pero siento que siempre estas esquivandome.

—No es eso -lo abrazó con mas fuerza- Es sólo que la cercanía de un chico ultimamente me ha puesto nerviosa y nunca estuve acostumbrada a ello, solía ser muy segura respecto a los hombres, pero cuando pierdes eso, todo te parece nuevo y estas como un pollito todo tembloroso, no sé si me entiendes.

—Creo que logro captarlo -sonrió aunque ella no pudiera verlo- Y no te preocupes, no soy un lobo malvado come pollitos -bromeó.

—Tonto -le pegó en el pecho- Eres genial -dijo despues de un momento.

—Y tu hermosa -y ahí estaba de nuevo ruborizandose ante sus palabras.

Los demás comenzaron a a despertarse una horas despues, se bañaron en las olas durante un buen rato disfrutando de los ultimos momentos en la playa, comieron algo despues y luego empezaron a guardar todo.

—¿Por que se tienen que ir ya? -le preguntó a niall- Se supone que se irían mas tarde.

—Bueno decidimos irnos antes, para alcanzar a llegar a la ciudad -se encogió de hombros el mellizo- ¿Louis te vas con nosotros? -preguntó.

—Si -Louis se acercó con su mochila- Estoy listo, debo irme igual -le sonrió a _______, y ella tan sólo se encogió de hombros.

—No se preocupen supongo -abrazó a Nay por el costado mientras los Mellizos guardaban las cosas en su auto- Me voy con Georg y esta morena.

—Si no se preocupen, nosotros nos encargamos de esta loca -bromeó Nay.

—Me voy mucho más tranquilo -ironizó Zayn- Cuidate pequeña, te veo cuando tenga que verte.

—Que gran filosofo -rió ella.

Después de una serie de despedidas como si el mundo fuese a acabarse. Los mellizos en conjunto a Louis, se perdieron en la carretera, dejandola a ella con la parejita que últimamente no se despegaba ningún segundo.

—¡Dejense respirar! -exclamó ella.

—No seas aguafiestas -le gritó Georg- Pesada.

—Pesado tu idiota -rió y comenzó a guardar su mochila y las demás cosas en el maletero del auto de Georg.

Vago por ultima vez por la orilla de la playa arrastrando una ramilla y sin querer recordó una de las mejores noches que tuvo en la playa con...él

Flash Back

La besó como le gustaba, como estaba acostumbrado, lento muy lento, guardando en su memoria, la suavidad y el sabor de sus labios. Guardando en su memoria, aquellos labios, aquella boca que deseaba besar todo el día.
Introdujo su lengua, en la boca de ella y el beso se transformó en uno rápido y salvaje. Era una batalla de sabores y caricias, de necesidad y ansiedad, de felicidad y....

—Cariño -ella se separó un poco y habló- ¡Diablos te prendes rápido eh! -Tom la miró raro y noto, como la erección-que hasta ahora no había notado-le empezaba a molestar en el pantalón.

—Tu lo provocas -se acercó nuevamente y comenzó a besar sus cuello- Sólo tú, no sé que tienes, pero me vuelves loco.

—Eres mía -susurró también él, mientras entraba una vez más en ella- Sólo mía -unió sus manos y las llevó a su cabeza- Abre esos ojos hermosos -ella le hiso caso- Observame, mientras te hago el amor-ella lo miró fijamente y gimió ante la rapidez incipiente de él.
Suspiró y levantó la cabeza para observar las olas una vez más. Los recuerdos con aquel moreno se hacían cada vez menos frecuentes y eso lo agradecía mucho, pero el caso era que no desaparecían, y es más aparecían cada vez que menos se lo esperaba y de verdad odiaba recordarlos...mas cuando trataba de rehacer su vida.

Fin del Flash Back

—Mía -susurró ironica a la nada- Amor ¡Ha! -tiró la rama lejos- Que sabes tú de amor... Tom Kaulitz.

Se acomodó en el auto de Georg por la parte trasera, Nay obviamente iba de copiloto y Georg conducía, por lo que tenía el asiento de atrás para ella sola y lo agradecía enormemente. Acomodó la cabeza en el asiento y suspiró otra vez.

—¿Piensas prender el auto? -le preguntó al novio de su amiga.

—Si -gruñó el castaño- Ya va jefa -rió y metió la llave del auto. Segundos despues cesó su risa al notar como el auto no encendía- ¿Que pasa autito? -intentó una vez más encenderlo, y sólo logro que del motor comenzara a salir humo- Ay no -rapidamente salió del auto y abrió el capo.

_______ miró a Nay con cierta inseguridad y la morena le devolvió la misma cara.-—¿Que sucedió cariño? -preguntó Nay una vez que Georg se asomó a la ventana, con las manos sucias.

—Algo le ha pasado al motor -murmuró enfadado- No sé mucho sobre estas cosas, pero lo que si puedo darme cuenta que en mi auto no vamos a llegar a casa.

HI!! Aqui va mi resumen de los tres caps :D

1.- tom anda de fiesta en fiesta y anda de putañero, le dejan moretones y ni siquiera se acuerda quien coño le dejos los chupetones y marcas en el cuello, trabaja con su madre y al menos no esta de flojo en su casa ¬¬, Georg lo rechaza y le retira su amistad solo hasta que se digne a cambiar, BIEN HECHO Georg *-*
2.- la chingada prima se le insinua a Tom y el no hace nada mas que mirarla enbobado, tiene sexo con la prima en su casa, ES PARA MATARLO!!!
3.- Nada Tonta, a la rayis le gusta Louis *-*, el es tan tierno con ella que dan ganas de comérselo a besitos :D, me matoooooo!!! LOOUUIISSSS!!!, la rayis recuerda cosas con Tom, pobrecita :(. Se quedaron votados, el auto de Georg no prende, ¿Ahora que harán? Descubranlo mañana xD.

2 comentarios:

  1. hay dios como que no prende?? no me hagas esto :( hay ese tom es todo un puto xD

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  2. Ay Virgi te juro que me emociono cuando veo que publicas..
    Amo la fic.. Idiota Tom me llega no soporto a la put de su prima.. Aunque quien no a tenido alguna que otra cosita con los primos..

    Ya quiero que Tom vea como esta (tn) que no esta sola.. Tengo mucha curiosidad por saber como se irán..
    Subeeee amo tus fics :D

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