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miércoles, 30 de octubre de 2013

" Capitulo # 37 "

MARATOM! :)

Capitulo # 37

Tomó un baño tranquilo, para tratar de relajarse, pero aun sentía una incertidumbre en su pecho que no la dejaba en paz. Se vistió normal, un jeans, sus botines, una blusa simple y su chaleco de lana favorito, mató el tiempo de ocio haciendo cualquier cosa, hasta que sintió la voz de su madre que la llamaba.

—¡________!, la cena está lista -________ suspiró.

Agarró su celular y marcó el número de Georg, mientras bajaba las escaleras. Llegó a la cocina y se sentó en la mesa, su padre estaba frente a ella, y su madre en la esquina de la mesa. Sonaron varios pitidos antes, que el castaño contestara.

—¿Hola? -la voz ronca de Georg, la hizo suponer que había estado durmiendo

—Georg, soy ________ -suspiró levemente y miró al frente, se encontró con la penetrante mirada de su padre que oía atentamente lo que hablaba ella.

—¿______? que sorpresa, ¿sucede algo? -habló el castaño.

—Te quería decir dos cosas, primero que todo -sonrió de medio lado- ¿Me das el número y la dirección de Tom? -rió un poco- Y bueno lo otro ¿No ha ido Tom a tu casa?

—No ________ -susurró extrañado- ¿Debería haber venido?

—No osea es que no sé -hizo una pausa- Se enteró de algo hoy -obvió el tema de Viviana frente a su padre- Referido a bueno tu sabes -esperó que él entendiera, no podía hablar claro teniendo a dos pares de oídos escuchandola- Estoy algo preocupada, tratare de llamarlo mas tarde, e iré a su casa, pero si llega a hablarte, ¿me dices como está?

—Si no te preocupes -murmuró él- ¿Debo preocuparme del estado de mi amigo?

—No lo sé -suspiró- Esperemos que no, pero bueno ¿me mandas lo que te pedi por mensaje?

—Si no te preocupes, te mando el numero y la dirección en unos momentos

—Bien, gracias adios.

—Adios -cortó el celular y se encontro con la mirada de su madre también.

—¿Quien es Tom?-dijo Kristinne

—Un amigo -murmuró y se dispuso a comer lo que su madre había preparado. ¿Hace cuanto no comía en la mesa?

Sin malinterpretar claro, ella solía comer en su habitación o en la de su madre. Cuando estaban enojadas o no tenían buena relación -como en el último año- ella comía sola. Pero ahora estaba su padre, y cenar en la mesa, sería una buena ¿bienvenida?

—¿Vas a salir? -la voz ronca de su padre, la sorprendió levemente.

—Si -respondió simple- ¿Algún problema? -levantó la cabeza y lo enfrentó. No podía evitar sentir algo de emoción al ver el rostro de su padre, ¡Hace tanto no lo veía! le había hecho falta tanto, pero tanto.

Odiaba el sentimiento en el pecho que sentía aquel momento, quería correr a los brazos de su fuerte padre y abrazarlo con todas las ganas que tenía guardadas. Recordaba todo lo que había vivido en su infancia y sentía ganas de llorar. Para ella Andres era un héroe con su traje de militar y con sus armas, era su héroe el que la protegería de los malos hombres -como solía decir de pequeña- el que la consolara ante alguna pena, pero él no había estado, y lo tenía bien merecido.
El dolor que había sentido al escuchar tales palabras de una de las personas que más admiraba y amaba, era la peor sensación del mundo, se había sentido fatal y luego de unos meses, había prometido que nadie más le volvería a gritar, nunca más.
Había aprendido la lección, no se quedaría callada nunca más, y por esto había tomado un carácter fuerte y directo. Nadie la sobrepasaría y nadie le haría sentir el mismo dolor que había causado el hombre que tenía frente a ella.
Esto había aumentado al saber que su ex mejor amiga estaba en el mismo instituto que había sido inscrita y había jurado vengarse de la puta castaña. Por esto las constantes peleas de ella y Viviana, ¡Quería golpearla!, todas las veces que fuese necesario. Quería liberar todo su dolor en ella, aunque también había veces que quería olvidarse de todo y salía todas las noches a fiestas, a veces no aguantaba los recuerdos, y se escapaba del instituto y justo después de esto, comenzaron los problemas con su madre, sus quejas sus conversaciones, ¡Odiaba todo aquello!, quería vivir y ser libre, quería escaparse de todo...

—Si hay problema _________ -la mirada de él la increpó- Es muy tarde, es sábado deberías descansar, y no salir -tomó un poco de bebida con calama, y esto la molestó mucho.

—¿Descansar?, ¿no salir? -carcajeó algo graciosa- Si estas loco eh, primero que todo como tú lo haz dicho es sábado, siempre salgo los sábados, no descanso y si salgo ¿entiendes? -la molestia era notable en su voz. Después de que la había tratado como había querido, ahora la venía a dar ordenes ¿Quien se creía?

—Claro que entiendo -murmuró con cierta molestia también- Pero yo estoy aquí hija, y las cosas se harán a mi manera -quizo contestarle enseguida, pero el siguió hablando- Yo digo que no saldrás y no la harás ¿esta vez tú has entendido? -remarcó el pronombre personal.

—Oh no -dijo ella y se paró de la mesa- No he entendido , y como no lo he hecho, me voy -se dio media vuelta, con la intención de salir lo más antes posible.

—¡_______!, ¡Vuelve niña! -exclamó el

—¡No Teniente Graham!- se dio media vuelta- Ya no cumplo sus ordenes -lo miró por un segundo y salió de ahí con una furia inmensa.

Tratando de tranquilizarse, se colocó un polerón simple, sacó su telefono y salió de la casa, sin tomar en cuenta los gritos de su padre.
No le importaba la hora, iría a la casa de Tom y lo consolaría desde ahí, lo esperaría si fuese necesario, pero no volvería a su casa.
Tom no le contestaba el celular, y estaba preocupada. No le había costado mucho llegar a la casa de Tom, por lo que no dudó en tocar el timbre, aunque estuviera quizás muerta de verguenza

—¿Si? -una mujer de pelo castaño, la miró son una sonrisa en la cara.

—Hola señora -sonó amable- Disculpe la hora, pero ¿aquí vive Tom Kailitz?

—Si aquí vive -una mueca de confusión apareció en el rostro de Simone -¿lo buscas? -ella asintió- Oh querida lo siento, Tom no ha llegado en toda la tarde -________ quedó de piedra, era algo tarde, y Tom aun no llegaba a casa. Un miedo la recorrió al pensar que Tom hubiese cometido alguna locura- ¿quieres pasar a esperarlo?

—Oh no no -negó- Lo espero aca afuera -se encogió de hombros con una sonrisa- No se preocupe debe estar por llegar.

—Bueno -la mujer la miró raro- Si quieres un café o pasar la puerta estará abierta ¿si?


—Muchas gracias -la mujer desapareció por la casa y ella suspiró- ¿Donde estaras cariño? -susurró bajo y se sentó frente a la casa de Tom.

Capitulo # 38

Miró el punto brillante en el suelo y creyó que se quedaría ciego, la luna a esa hora hacía su máxima presencia, e iluminaba toda la ciudad. La observó fijamente durante unos segundos, y deseo que esta le hablara y le diera algún consejo.
Suspiró y se sentó sobre el parabrisas de su auto, abrió su sopa instantánea y empezó a comer, aunque notenía mucho apetito, sólo quería distraer sus manos, para que su mente y las confusiones de su cabeza no lo atormentaran más.

—Mierda -susurró en cuanto sintió el ardor en su lengua. Se había quemado y tuvo que beber un poco de bebida. Miró hacia al frente y vio a algunas jóvenes parejas caminando por la playa a esa hora de la noche.

Flash Back

—¿Quien soy? -sintió que le taparon los ojos y sonrió al escuchar su voz.

—Eres una chica linda -puso sus manos sobre las de ella.

—Te has ganado un premio -Viviana apareció frente a él y le sonrió como le encantaba- ¿Caminamos por la playa?

—Si tu quieres -se encogió de hombros- Pensé que no vendrías.

—Eres tú Tom, obvio vendría -entrelazaron sus manos sin darse cuenta, y el se emocionó ¡Le encantaba esa chica! hoy sería un gran día. Comenzaron a caminar por la playa, el cielo comenzaba a atardecer y aunque sonara muy cursi, la puesta de sol era un buen momento para pedirle que sea su novia.

—Debo decirte algo -sólo un poco de nervios aparecieron en su interior, pero nada que pudiera controlar ¿cierto?

—Dime -pararon su caminar, Tom se paró frente a ella, tomó sus finas manos lentamente y en un gesto tierno las besó

—Yo -suspiró- ¿Eres genial sabes?-ella rió levemente- Eres linda, eres maravillosa, me haces reír, me gustas -dijo finalmente, esperando que ella dijera algo

—Oh -ella bajo la cabeza ¿avergonzada?- Eres tierno Tom, pero yo... digo tú, tú también me gustas -él ni si quiera había notado la duda en su voz, solamente las palabras 'me gustas' habían bastado para que su corazón latiera fuertemente.

—Eres una copiona eh -sonrió- Viviana Collins -suspiró- Me he dado cuenta que me encanta estar contigo, y que no quiero alejarme de ti ni un segundo, y la única manera de tenerte junto a mí y que yo este seguro que serás mía, es que tu aceptes ser mi chica, sonará muy egoísta, pero sólo te quiero para mi -miró sus ojos profundamente y con la mayor sinceridad preguntó- ¿Quieres ser mi novia?

Fin del Flash Back

—Patético -susurró el y tiró el bote de su sopa lejos- Mil veces patético

Había caído tan bajo sinceramente. Ahora que analizaba su situación, más calmado
-en lo que podía- se daba cuenta de lo tonto que había sido. Hasta el mas idiota de los idiotas, se hubiera dado cuenta, de las actitudes extrañas de su...de Viviana. Sus dudas, cuando ella no quería verlo, la conversación que había escuchado en el instituto, el chico extraño ¡Todo!
Pero él había estado obsesionado y es ahora cuando las palabras de Georg aparecían en su mente.

Flash Back

—Tú estas obsesionado Tom

—No Georg estoy enamorado.

Fin del Flash Back

¿Que amor?
¿Que era eso?
¿Que era estar enamorado?
La única respuesta que obtenía, era que estar enamorado era un estado en donde la persona se enceguecía y cometía las tonteras más grande al punto de llegar a ser patético.
Si eso no era estar enamorado, entonces no sabía la respuesta exacta.
La inseguridad y la obsesión de Tom, lo había llevado a cometer una locura muy grande, creía estar enamorado, pero más bien era una obseción, la que tenía por su Viviana, para él, ella era hermosa sorprendente, tranquila carismatica, la perfección.
Pero resultó ser que nada de aquello era cierto. Viviana no era tranquila, no era perfecta. ¡Viviana era una mentirosa!
Lo que más le dolía era que, había creído por primera vez que una chica lo había atrapado totalmente. Nunca había creído sentir aquello por otra chica, y se sentía tan feliz por eso, pero ahora se daba cuenta que todo había sido una farsa, y al final de todo ¡Nada era cierto!, ¡No había sentido Nada!, y todo el año que había estado con ella ¡Se había ido al mismo infierno!
Tiró la bebida en un bote de basura, y se subió a su auto. Encendió la radio y pudo fijarse en la hora. ¡Las doce de la noche!
Había estado horas vagando por la playa, por las calles, en el auto, sin hacer nada, sin moverse, sólo observando sin mirar nada. ¡Gran ironía!
Tenía unas ganas de golpear a alguien,¡La furia lo mataba!, quería tomar a alguien y golpearlo hasta quedarse sin fuerzas, quería liberar su enojo simplemente.

Condujo hasta su casa, era tarde, y quería descansar, aunque sea unas horas, el domingo tendría que hacer el papeleo para quitar y matar a Marie Johnson y a Kate Benson.Tendría que hacerlo con cuidado, y pedir la ayuda de su primo ¡Joder!. Taylor tenía 22 años y vivía en Veracruz también, tendría que decirle que venía de parte de Marie y él iría de parte de Kate, y los quitaría a ambos del instituto. Sólo pedía no tener problemas.
Estacionó su auto, frente a su casa y bajo de él con el peso de los pies siguiéndolo.
Caminó unos pasos y miró la puerta de su casa con el ceño fruncido. Un cuerpo frágil se situaba apoyado en el umbral de su puerta. Se acercó lentamente y se fijó bien ¿Qué hacía _________ en su casa?
Una sonrisa de medio lado apareció en su rostro, al saber que quizás ella estaría preocupada por él. Ella era sincera y directa, era por eso que le gustaba...sólo eso. Pero él no quería preocupación, no quería lastima ni un te lo dije, él sólo quería olvidar la aventura más loca y mas patética de su corta vida.
Tomó en brazos a _________ y ella ni se inmutó, entró a la casa y buscó a su madre en la cocina.

—Mama -susurró. Su madre que estaba con una bata se dio media vuelta y le sonrió.

—Hola cariño, ¿donde estabas? -preguntó

—Por ahí -suspiró- ¿Hace cuanto esta afuera ?-con su cara apuntó el cuerpo de la morena en sus brazos.

—Hace como tres horas o cuatro -se encogió de hombros- Le dije que entrara, pero no quizo, pensé que se había ido -se acercó lentamente y tocó la mejilla de _______- Debe tener frío, si quieres déjala dormir aquí.

—Si -susurró- Eso haré

—¿Quien es ella? -preguntó su madre.

—Ella es -¿como definirla en una palabra?- La persona más confiable y realista que pueda haber conocido, y me gusta -suspiró y sin esperar reclamos o preguntas de su madre, subió por las escaleras para llegar a su habitación.

La recostó en su cama, teniendo sumo cuidado, y la observó por unos segundos. Tenía cierto resentimiento, ella podía haberle dicho todo lo que buscaba hace semanas, pero no lo había hecho y luego escucharía sus explicaciones.
Su ropa estaba helada y comenzó a quitársela de a poco. No pudo evitar mirar su tanga negra, ¿Esa chica siempre usaba ese tipo de ropa interior?
Siguió quitando su ropa y la acostó bajo las sabanas de su cama.
Se quitó su camisa, y sus zapatillas y sus pantalones y se acostó a un lado de ella. En un gesto inocente besó su frente y ella sonrió.

—Tom -susurró y el se acercó mas a ella.

—Hola -susurró también.

—Oh Tom -ella abrió los ojos y lo abrazó fuertemente casi asfixiandolo. Tom cerró los ojos esta vez y aceptó ese abrazo, como el gesto más conmovedor que había recibido en su vida. Aspiró su aroma y luego de unos segundos besó su cuello

—¿Estas bien? -preguntó ella, al separarse por el estremecimiento que había sentido en su cuello.

—No se como estoy -abrió los ojos y la miró de frente- Pero sólo sé que debo seguir adelante

—Así es -ella se subió a horcajadas sobre él y agarró su cabeza para que le tomara atención- Tengo que hablar contigo, tengo que decirte toda la verdad, tengo que decirte porque odio a Viviana, y decirte porque no quise hablarte de la verdad antes, pero -suspiró- Ahora no

—¿No? -murmuró el

—No -atacó su cuello con besos pequeños- Tú necesitas esta noche olvidarte de todo, olvidarte del mundo, los problemas vendrán mañana o pasado pero esta noche será nuestra -ella le sonrió y él se imaginó lo que venía- Yo también lo necesito Tom, lo necesito tanto así que no me rechaces -sus besos comenzaban a descender y el cuerpo de Tom comenzaba a reaccionar.

—¿Que propones preciosa? -atrapó su cintura fuertemente, haciendo presión sobre su erección.

—Tú sabes -rió bajo- Algunos le dicen, ir a otro mundo.

¿Y que si quería olvidarse de todo? ¿Qué si quería hundirse en ella?
________, lo volvía loco, su cuerpo sus palabras, sus besos todo. Por lo menos por esa noche, olvidaría que alguna vez estuvo con Viviana.
No importaba si su madre podría oírlos, no importaba el tiempo, sólo la caricias que repartía sobre el precioso cuerpo de ella. Sus besos iban desde el cuello hasta el valle de sus senos, y luego de estos, hasta más abajo. Quitando la molestosa ropa interior, ambos quedaron desnudos, se miraron a los ojos y volvieron a su labor favorita...besarse.
Tomando precaución, ella se montó sobre él con fiereza, con pasión y con una mirada caliente.

—Esta vez, yo tomo el control -susurró. Él sonrió y la atrapó fuertemente por las caderas.

—¿Si? -murmuró con la voz ronca, llena de excitación.

—Si -rió y levantó sus caderas un poco y bajó lentamente, sintiendo como el miembro de Tom, la llenaba lentamente- Sí -susurró. El gimió tomándola mas fuerte por las caderas.

Aquella noche olvidó todo, aunque sea por unas horas.
Pero ¿Que sucedería mañana?
¿Que vendría después?

Capitulo # 39 (Ultimo del maratom)

Día domingo, día familiar, día de descanso. Simone subió las escaleras con la ropa destendida de Tom en sus brazos. Recordó que la chica de la noche anterior se había quedado en la casa y tocó levemente la puerta, para no despertarlos o encontrarse con alguna escena no muy cómoda.
Al esperar unos minutos, la puerta aún no se abría por lo que decidió entrar muy despacio. Sonrió un poco incomoda al notar como su hijo dormía plascidamente abrazado a la chica, ambos estaban desnudos y respiró profundamente, hace mucho había aceptado que su hijo era mayor, y que escenas como estas, algún día tendría que verlas pero una duda entraba en su cabeza ¿Viviana no era la novia de su hijo?
¿Tom estaría engañando a Viviana?, pues ni modo, no podía entrometerse en aquel asunto, pero igualmente hablaría con él.
Tom despertó por los leves rayos de sol que entraban por la ventana. Bajó un poco su cabeza e hizo un gesto somnoliento, cerró los ojos por un momento y los volvió a abrir al sentir como su mano estaba puesta sobre una piel muy suave. Levantó su cabeza y la vió. Un revoltijo de cabello negro yacía sobre su pecho, y una fina mano apretaba su cadera. Estuvo desorientado por unos segundos, tratando de analizar todo lo que había sucedido horas antes y el día anterior.
Dejó caer su cabeza sobre la almohada suspirando. Había vuelto a acostarse con __________, y quizás no lo debiera haber hecho. Su mente y sus sentidos combatían entre sí, ante esta situación poco cómoda. Había descubierto que su novia, que su tan adorada Viviana era lesbiana y aún estaba consternado ante la situación. Para un hombre, era simplemente humillante que su novia lo engañara y más con otra mujer, y no era por ser machista, si no era porque al ser esto posible, significaba que él era un fracaso como novio y hombre.
¡Su primera novia y había fracasado!, si, de verdad era un tonto y ¡Nunca mas volvería a tener novia!
Ya no estaría para nada serio y comprometedor, ¡Diablos!, todo resultaba tan traumatico cuando se ponía en todos los puntos de vista.
Y aunque no quisiera tener nada con alguna chica, la vida podía estarse burlando de él en aquel preciso instante, porque ironicamente tenía a una chica en sus brazos. Claramente no jugaba al mismo bando que su ex-novia, pero ahora que lo pensaba bien, ella podría haberle dado un indicio de lo que sucedía. ¡Ella sabía porque se había infiltrado en aquel instituto!, claro que lo sabía es más lo tenía amenazado y aún así nunca le dijo todo lo que sucedía, él había hecho el ridiculo con las tontas faldas y las pelucas y ella aún así ni se inmutó en decirle algo, algo que calmara su desesperación.
¿Pero realmente ________ tendría algo de culpa?
Se sentía tan contrariado al querer responder aquella pregunta, porque su mente podía dividirse en dos inmediatamente, podía congeniar de dos formas diferentes y eso no le ayudaba en nada. Primero que todo pensaba que _______ no tendría culpa, porque en el final de los casos, ¿ella no estuvo involucrada en nada o si?, pero por otra parte quizás, si tan sólo quizás ella le hubiese dicho lo que sabía, a penas lo había descubierto, todo habría sido tan distinto, él se habría dado cuenta de todo antes y no habría hecho tal espectaculo, ahora corría el riesgo que la directora del instituto lo descubriera o aún más grave, tomara acciones legales contra él, por haberse infiltrado, ya que al ser mayor de edad todo podía suceder.
Y ahora quedaba que Viviana, no hablara nada, no dijera nada, y él simplemente se sacaría a si mismo y a Georg de aquel problema en el cual nunca debió meterse.
Un suspiro volvió a oirse en su habitación, ultimamente suspiraba demasiado, y es que todo lo que estaba viviendo era tan dramatico, que podía llegar a ser hasta un poco comico, ¿Algo podría ser dramatico y comico a la vez?, si claro que sí, él era el claro ejemplo de aquello.
Sintió una molestia en su espalda, algo le incomodaba y eso era porque él no estaba acostumbrado a dormir hasta tan tarde, porque al estar en la escuela de chicas, tenía que obligatoriamente despertarse muy temprano. Y claramante las once de la mañana no estaba en los parametros de temprano.
Teniendo cuidado y a la vez no teniendolo, se separó de ________, dejandola acurracada en la cama, se colocó sus boxer que estaba tirando en el suelo, se colocó un buzo, y bajó hacia la cocina de su casa.
Rogaba con que su madre no haya escuchado nada, sería algo incomodo que le preguntase sobre aquello. Tenía a una chica durmiendo desnuda en su habitación y se sentía abatido. ¡No quería compromisos Joder!, pero rabia y enojo llegaban en conjunto a su cuerpo, haber tenido sexo con ________, complicaba un poco las cosas. Y sí tenía sexo, ¿Por que había pensando que había hecho el amor con ella? ¡Él no sabía nada de amor!, y ahora lo sabía claramente.
No quería algo serio, pero tampoco quería perder...lo que sea que tuviera con la _______.

—Buenos días Tom -saludó Simone a penas lo vió entrar a la cocina, con cara de acomplejado.

—Buenos días mamá -besó su mejilla y se sentó frente a ella, sobre un mesón- ¿Que tal?

—¿Que tal tú? -le sonrió picaramente, y Tom bajó la cabeza avergonzado- Bueno ya quiero decirte si ¿pasaste bien la noche? -Tom rió nerviosamente- Ya ya digo, ¿te encuentras bien ahora en la mañana?

—Supongo que despues estare mejor -levantó la cabeza y una sonrisa de medio lado- Tengo hambre.

—Cuando no -su madre rodó los ojos- Ahí en la mesa, prepare una bandeja con dos desayunos, para que le lleves a la chica.

—_______ -interrumpió- La chica se llama _________ y gracias -se bajó del mesón y recogió la bandeja, donde había perfectamente dos desayunos muy apetecibles.

—De nada -vio a su hijo caminar hacia la salida y no dudó en preguntar- Tom -lo llamó y el enseguida se dio vuelta a mirarla- ¿Puedo hacerte una pregunta? -él asintió- ¿Que ha sucedido con Viviana?

—Ella y yo terminamos mamá -habló en tono serio- Se acabó, esta fuera, no hay nada ¿entiendes? –Simone fue la que asintió esta vez, extrañada ante el inesperado cambio de actitud- Iré a tomar desayuno.

Mientras subía las escaleras, pudo fijarse bien en la bandeja que llevaba sobre sus manos, ¿Se suponía que ahora él como un bueno 'novio', le llevaba y le daba de comer el desayuno?, ¡No!, eso era muy romantico y cursi, estuvo tentado unos segundos a bajar de nuevo la bandeja dejarla sobre la mesa, llamar a ________ y que ella bajara a comer, pero no ya no podía retractarse porque sin darse cuenta estaba frente a su habitación.
La vió acostada de lado, con los ojos abiertos y con su ropa interior puesta.
¡Gracias a Dios!, pensó.
Se acercó lentamente y ella notó su presencia, se sentó en la cama, y le brindó una hermosa sonrisa.
<Resiste, sé fuerte>, se dijo.

—Hola -ella sonrió- Menos mal has llegado.

—Sí -susurró acercandose a la cama, dejó la bandeja puesta encima.- Toma....traje tu desayuno, de hecho mi madre lo hizo y bueno me mandó a que te lo trajera -habló rápidamente, ante los nervios.

—Oh -murmuró ella, con una presion en el pecho extraña- Dile que gracias, ¿comeras conmigo? -¿Por que se había imaginado al de rastas, en boxer preparandole unos huevos y un té o café, cortando fruta o haciendole un jugo?

—Eh si -murmuró él y se sentó al otro costado de la cama- ¿Por que haz dicho menos mal que he llegado?

—Bueno tenía hambre -dijo un poco extrañada al ver que Tom, estaba tan distanciado de ella, como si tuviera peste- Ademas tu celular no ha parado de sonar, desde hace algunos minutos -Tom se paró de la cama, buscó su celular con la mirada, y lo encontró sobre su mesa de noche, lo tomó y pudo ver cinco llamadas perdidas.

Dos llamadas de Taylor, su primo, dos de Georg, y una de ¿Viviana?, ¿No le había quedado claro de que no quería volver a verla?, ignoró esta ultima llamada, y con la mirada de ________ sobre él, llamó a su primo.

—Te dignas a llamar eh -oyó la voz grave de su primo mayor- Estuve marcandote, pero nada, pensé que estarías despierto, ¿o estás en plena resaca? -una risa grave se hizo presente en la conversación.

—Algo parecido -miró a ______, que con un gesto indiferente, comía un trozo de pan- No sentí el celular, lo siento.

—Ya no te preocupes, me dijo mi tía que me andabas buscando, ¿necesitas algo? -era ahora o nunca, debía pedirle ayuda.

—Recordando tus tiempos mozos, ¿aún sabes falsificar, cartas y certificados? -se sentó en la cama, y _______ le quedó viendo algo absorta.

—No lo hago hace tiempo, pero bueno si aún sé hacerlo ¿En que lío te metiste? -carcajeó.

—Digamos que hice algo, que nunca debí haber hech o-dejó de mirar a _______, y fijó su vista en un punto nulo de la pared de su habitación- Y ahora necesito un certificado de transferencia de estudios, para dos chicas -cuando fuera a verlo, le contaría todo en detalle, pero en cierta parte la mirada de _______ lo incomodaba un poco- Hacia cualquier ciudad, cualquier lado, y bueno dos cartas de poder, ¿puedes? -rogaba que sí, porque si no, no sabría que haría para salirse del instituto.

—Si, si -dijo algo pensativo- ¿Para cuando lo necesitas?

—Pronto, muy pronto -respondió.

—Esta bien, ahora estoy en la tienda, anda más tarde a mi casa, y me cuentas bien el lío, me dices los nombres, y bueno dependiendo de que tan pronto lo quieres, los hacemos inmediatamente

—Gracias primo -sonrió el rubio- Eres genial eh.

—Ya lo sabía -rió- Te veo más tarde bro.

Colgó su celular, con una sonrisa en su rostro, pronto olvidaría aquel capitulo tan vergonzoso de su vida, y bueno no sabía muy bien que haría ahora, pero tenía tiempo, y mejor aún era libre.

—Entonces definitivamente, Kate Benson desaparecerá -oyó la voz de_______, frente a él

—Si -dijo con un tanto de seriedad en su voz- Nunca debió haber existido -bajó la vista hacia la alfombra y vió su polera tirada, la recogió y se la puso rápidamente.

—Si tu lo dices -susurró ________- Tom -el de rastas la miró -¿Que te sucede?

—¿Debería sucederme algo? -cierto dejo de sarcasmo apareció en él.

—Tom -_________ se acercó a través de la cama, no pudo evitar mirar su cuerpo, aquel maldito cuerpo que provocaban un sin fin de pensamientos sobre lo bueno y malo que podría hacerle- Sé que debes estar confundido sobre el tema de Viviana, pero debemos hablar, debes saber lo que yo sé, debes saber todo.

—¿Ahora cierto? -preguntó- Ahora que ya no queda nada, ahora que todo salió a la luz, ahora que todo se ha perdido.

—Tom -intentó interrumpirlo, pero el ni si quiera la tomó en cuenta.

—Podrías haberme dicho todo eso, a penas me viste sin la peluca de Kate, podrías haberme contado todo, pero no -agitación apareció en su voz- No hiciste nada, es mas ¡Me chantajeaste! me usaste como tu sirviente personal!

—¡No! -exclamó fuerte- ¡Yo no debía decírtelo!, no era mi responsabilidad, no era la persona correcta -suspiró- ¡Te ayudé!, me di cuenta de que eres un buen chico Tom, debías saberlo y por eso te deje ¡La maldita nota en tu auto! -respiró exasperada.

—¿Te pesó la conciencia? -dijo irónico.

—¡Por supuesto que no! -volvió a exclamar- Dólo, sólo me di cuenta que no merecías estar en el sucio juego de Viviana.

—Sucio juego, claro -carcajeó.

—¿Por que vienes con esto ahora? -se paró de la cama y comenzó a buscar su ropa rápido- ¿Por que no me lo dijiste anoche eh?, en cambio terminamos haciendo el amor hasta la madrugada-se puso su buzo, y luego buscó su polera.

—¿Hacer el amor? -preguntó sarcástico- ¡Dios! ________ es sólo sexo y eso no tiene nada que ver con tu silencio respecto al tema de Viviana -_______ detuvo su búsqueda al oír esas palabras y lo miró perdida, ¿sexo?- Y vistete, te llevaré a tu casa.

¿Así sin nada más?
_________ sintió una leve molestia en su estomago, pobres mariposas, pensó.
Tom no le volvió a hablar, y ni si quera terminó el desayuno que con suerte había empezado, ¿Realmente estaba tan molesto?
Había llamado sexo, a lo que habían hecho, y estaba segura de que algo había cambiado, ¿Por que antes le había dicho que habían hecho el amor?, ¿Por que antes había incluido sentimientos? -según ella -¿Por que ahora le resultaba tan destructivo que él le llamara así, a algo que le resultaba tan bonito y placentero a su lado?
Bajó las escaleras, una vez arreglada, y se despidió de la madre de Tom con una sonrisa tímida y un Adiós corto. Se encaminó al auto de Tom, y este la esperaba dentro. Se subió y Tom comenzó a conducir, era ahora o nunca, debía decirle toda la verdad.

—Conozco a Viviana desde hace años -Tom que miraba serio hacia al frente pareció no tomarla en cuenta, pero ella siguió hablando- Viví en Puebla casi toda mi vida, hasta hace cuatro años -Tom tomó un poco más de atención a sus palabras y decidió no interrumpirla- Venía todos los veranos aquí a Veracruz, a visitar a mis abuelos, un verano cuatro años atrás, me reencontré con Viviana, era mi mejor amiga -carcajeó con ironía- La mejor de todas, un día estábamos en mi habitación y ella comenzó a decir cosas extrañas, la miré raro y me dijo que yo le gustaba, en ese momento descubrí que mi mejor amiga era lesbiana -suspiró y Tom se asombro, la miró unos minutos durante un semáforo en rojo- Fue extraño y casi traumatico -unas bocinas atrajeron a Tom hacia la realidad, y partió el auto de nuevo- Se me insinuó y quiso intentar algo conmigo, pero en ese momento, mi padre entró a la habitación, se sorprendió y Viviana como una cobarde me echó culpa, diciendo que era rara, que tuviera cuidado conmigo, mi padre como un militar de mente cerrada, le creyó y me trató pésimo -miró la ventana, mientras una lágrima se escapaba por su ojo derecho- Fue el peor día de mi vida, él pelió con mama y se devolvió a Puebla, nosotras nos quedamos aquí y nunca más lo volví a ver -Justo al terminar el relato, Tom estacionaba frente a la casa de _______- Juré ese día que ella me las pagaría alguna vez, y en cierta parte creo que ahora todo ha quedado saldado -suspiró con tristeza ante los recuerdos de su mente- Siento no habértelo dicho antes, pero odio tanto a Viviana, que aquello me cegó, ¡Ella arruinó mi vida! pero no te preocupes, todo esta bien, sólo, sólo lo siento ¿si? -dicho esto, abrió la puerta del auto de Tom, pero no pudo salir ya que una mano la atrapo por el brazo.

—Todo ha sido horrible-murmuró en cuanto ella lo miró a los ojos- Debió ser terrible -ella asintió con lágrimas en los ojos- No sé como pude creer estar enamorado de una persona tan vil y tan mentirosa como Viviana, tú no te preocupes sí, sólo -suspiró cansado- Estoy agotado sobre este tema, no quería gritarte ni nada de eso, sólo fue un intento desesperado de buscar un culpable ante esta situación -soltó su agarre y la acarició su mejilla- Pero tú no eres nada culpable, eres otra victima como yo -se acercó a ella y besó frente, demorandose más de lo que el acto ameritaba- Ahora entra que debes ver a tu madre.

—¿Es una despedida? -dijo ella.

—Es un nos vemos pronto -sonrió él y besó sus labios- Anda bonita entra, te llamaré -le guiñó el ojo.

—¿Seguro? -él asintió- Esta bien, nos vemos pronto -dicho esto salió del auto, cerró la puerta tras suyo y se encaminó hacia la puerta de su casa y entró.

Tom prendió el auto, y se preguntó si de verdad la llamaría el próximo fin de semana.

HI! aqui el maratom xD 3 en 1 .... Espero que les guste y que3 esten bien ... Bueno me despido ADIOS :D

2 comentarios:

  1. hay que mas pasa? amo estos maratones ya quiero el que sigue :)

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  2. Virgi la fic está buenizimaaa!!
    Está de lujoo.. Me encantaa obvio Tom tiene que llamar a (tn) si o sii..
    Muero por saber que más pasará..
    Subeeee.. Cuidate bye xD

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