¿De verdad
Viviana creía que él iba a tragarse ese cuento?
Estuvo
soportando a su novia hasta después del almuerzo. Y si podía decir la palabra
soportar, porque desde que le había dicho la respuesta que no esperaba
escuchar, le habían nacido unas ganas de decirle toda la verdad, y de abortar
el idiota plan que lo había llevado hasta aquel instituto.
Un almuerzo
en lo que podría llamarse familiar, habían disfrutado Simone y Viviana, pero él
no, claro que no.
Absorto en
sus pensamientos, había asentido con la cabeza a cada pregunta que le hacían y
se había dedicado a comer. Pero al parecer su madre y su novia, estaban muy
dispuestas a seguir charlando una vez acabado la comida, pues no dejaban de
hablar y él ya quería llevarse a Viviana a su casa.
Extrañamente
tenía unas ganas de volver al instituto, pero claramente no para ver a los
profesores ni a las chicas, si no a su chica.
<No es tu
chica>, pensó.
—¿Entonces
que dices Tom? -volvió a la realidad al oír su nombre, y miró extrañamente a
ambas mujeres.
—¿Que digo
de que? -miró a su madre y esta negó levemente con la cabeza sonriendo.
—¡Dios Tom!,
de lo que te acabo de decir amor -volvió su vista hacia ella,y no supo que
decir, ¡No tenía ni idea de lo que hablaba!, y es que tampoco era que le
interesara lo que hablara
—Yo digo, que
-miró consecutivamente a Simone y a Viviana- Eh si -ambas mujeres comenzaron a
reír, y se sintió como un verdadero tonto en verdad- ¿De que se ríen? -preguntó
al último
—De tu cara
Tom -contestó su madre.
—Ah claro no
sabía que tenía un payaso en mi cara -bufó.
—No es eso
Tom -habló la joven castaña- Pero bueno entonces ¿irás? -preguntó.
—¿Ir a
donde? -respondió con una pregunta.
—¡A la boda!
-respondieron ambas, y el soló asintió asustado, aunque no tenía ni idea de que
boda hablaran.
—Entonces
deberás comprarte un traje -habló su madre esta vez- Llamaré a tu padre, para
decirle que te envíe dinero -Simone se paró, para buscar el teléfono, pero él
la detuvo
—No mamá
-tomó su brazo- No le pidas nada, yo tengo dinero ahorrado -ella lo miró
extrañada- No le pidas nada, no quiero que le pidas nada.
Claramente
no quería deberle nada al señor que tenía como padre, lo quería lo amaba, tenía
su sangre y lo admiraba como persona, pero no estaba de acuerdo en lo que
opinaba sobre como debería manejar su vida, él no quería ser abogado, no quería
ser doctor ni ingeniero, él simplemente quería cumplir su sueño. ¡Ser actor!
Pero su
padre, no lo aceptaba, y últimamente no habían hablado, por lo que pedirle
dinero era un acto muy comprometedor para Tom.
—Esta bien
hijo -contestó su madre- Ahora iré a ver mis tulipanes, que están hermosisimos
en el jardín de atrás -Tom sonrió al ver el brillo que aparecía en los ojos de
su madre- Los dejó solos, Adios Viviana -las dos mujeres se despidieron y se
quedó sólo....con Viviana
—Entonces te
veo el próximo fin de semana -Viviana lo sorprendió sentandose en sus piernas-
La boda será genial, tiene como temática la playa y el bosque es algo raro,
pero muy hermoso y -desde ahí no escuchó nada más, sólo observó el movimiento
de los labios de su novia, quiso callarla, y el modo más sencillo para hacerlo,
era besarla.
En un
movimiento rápido la besó, y ella se sorprendió por unos segundos, para luego
seguirle el beso. Saboreó sus labios e intentó ser lo mas tierno y lento
posible, pero le era imposible.
________
vino a su mente rápidamente, recordó cuando estuvieron en la playa, cuando la
tuvo entre sus brazos, y no pudo evitar el hecho de intensificar el beso que le
estaba dando a su novia, pensando en su morena.
La tomó por
la cintura, aprovechando que estaba sobre sus piernas, y la besó con más
fuerza.
No supo
cuantos minutos pasaron, pero al parecer fueron bastantes, porque Viviana se
separó de él agitada, y con los labios hinchados
—Vamos a tu
habitación -susurró ella. Y en ese minuto supo que las cosas iban a ir muy
lejos, si aceptaba aquello.
—Está mi
mamá, no quiero...incomodarla -se paró del sofá y acomodó su cabello,
dirigiéndose a la puerta- Te llevaré a tu casa
—Claro, tú
mamá -suspiró ella resignada
Con un frío
Adios, su novia se despidió, pero el ni si quiera lo notó. Estaba enfadado en
si mismo y no entendía por qué.
Aunque en el
fondo si que lo sabía, pero no lo iba a admitir, no tan fácilmente.
Estaba
enfadado primeramente, por el hecho de que Viviana siguiera mintiéndole en su
cara. ¡Nunca creyó que su novia fuera una mentirosa de primera!, Telma le había
dicho
-aunque
realmente era a Kate- que Viviana no lo quería, y ella no lo había negado, es
más había querido terminarle en aquel preciso momento.
Pero ahora
venía a decirle lo contrario, que lo quería, y que nunca quería dejarlo
¡Mentiras!
Por más que
se sentía molesto y enfadado, el sentimiento de decepción tomaba cada vez más
lugar en su corazón y mente, nunca creyó que su dulce castaña fuera capaz de
aquello, y se maldijo por no creerle a Georg cuando le decía que Viviana tenía
algo extraño. Pero ahora estaba seguro de esto último, y averiguaría hasta el
ultimo secreto, de la mujer que creía amar.
—¿Que te
pasa? -le preguntó su madre, en cuanto lo vio entrar a la casa.
—Nada -la
miró y trató de sonreír- No sucede nada -hizo el intento de tranquilizarla.
—Si tu lo
dices -ella suspiró- ¿No debes irte ya?
—¿Me estás
corriendo de la casa? -preguntó ofendido, le encantaba bromear con su madre.
—¿Ya es hora
de que te vayas no? -ella sonrió y él la miró con un puchero triste -Bueno puedes
quedarte un rato más, asi te comes el rico pastel que hice.
El sonrió y
disfrutó del resto del día con su madre, tratando de olvidar las palabras de
Viviana y tratando de sacar de su mente a ______ aquella chica de ojos grises
que lo estaba enloqueciendo.
NO LA SOPORTOOO!!!!! que bueno que Tom sea asi !!!!!! DIOS !!! muero porque vuelva al instituto *-* OMG !!
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